
La falta de stock de vehículos no ha impedido que los concesionarios españoles cerrasen el primer trimestre del año con rentabilidades que se aproximaron a las registradas en 2017.
En ese año, las matriculaciones de turismos y todoterrenos alcanzaron las 1.234.931 unidades, lo que supuso un 7,7% más en tasa interanual. Asimismo, en los tres primeros meses de 2017 las matriculaciones de este tipo de vehículos alcanzaron las 307.911 unidades, mientras que en el primer trimestre de 2022 las ventas han alcanzado las 164.399 unidades, un 46,6% menos en comparación con el mismo periodo de hace cinco años, según datos de las patronales de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y distribuidores oficiales e independientes (Gavnam).
De esta manera, en el primer trimestre del año la rentabilidad media de los concesionarios se situó en el 1,16%, mientras que en el mismo periodo del año anterior esta rentabilidad alcanzó el –0,68%, según datos de Snap-on Business Solutions.
El gestor de cuentas de Snap-on Business Solutions, David Salcedo, ha explicado que "hemos arrancado el año 2022 con cifras muy cercanas a las de 2017, donde se alcanzó la mayor rentabilidad de los últimos años".
En su opinión, "el único punto negativo es la falta de coches, que está reduciendo las ventas, tanto de nuevos como de ocasión, una situación que no tiene visos de resolverse a corto plazo debido a la situación de las cadenas de suministro global".
Esta situación se explica por un alza de los precios medios tanto de los vehículos nuevos como de los de ocasión, así como por el buen comportamiento del área de Posventa y el control de gastos.
La facturación total de los concesionarios aumentó entre enero y marzo un 8,07% respecto al primer trimestre de 2021, con incrementos destacables también de la rentabilidad de Ventas (61,56%) y de Posventa (30,16%). Los gastos generales, por su parte, también han descendido más de un 10%, todo lo cual explica el buen arranque de año en términos de rentabilidad.
En cuanto a la contribución de cada área de negocio, el vehículo nuevo aporta el 60% de la facturación y el 30% del resultado, mientras que el vehículo de ocasión supone casi el 21% de ambos apartados. Asimismo, el taller contribuye con un 5,9% a la facturación de los concesionarios españoles y con un 14,8% al resultado.
Por otra parte, el área de recambios supone el 13,2% de los ingresos de los concesionarios y un tercio del beneficio.
Todo ello pese a que tanto el área de ventas, tanto de vehículo nuevo como vehículo de ocasión, sigue lastrada por la falta de producción y de stock debido a la falta de semiconductores, que afecta a la industria desde finales de 2020.
Asimismo, la posventa avanza en la recuperación y está en niveles de activida pre-Covid, con incrementos de la facturación tanto en taller como en recambios y con una estructura de personal muy similar a la que tenía en 2019.