
Comprar un coche nuevo con motor de combustión cuesta ahora un 35 % más que hace cinco años. Así lo certificaba recientemente la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en un análisis emitido recientemente por la organización.
Por esta misma razón, muchos compradores se lanzan al mercado de segunda mano, aunque la actual coyuntura económica también ha elevado sus precios. En este contexto, una buena solución puede ser pujar por los vehículos que se subastan a través del Boletín Oficial del Estado (BOE).
Estos vehículos, subastados por el Gobierno, fueron embargados en su día a propietarios endeudados y, en ocasiones, pueden venderse por precios muy reducidos, en función del número de personas que pujen por ellos.
Así, por ejemplo, en A Coruña se subasta, actualmente, un BMW 850 I que parte desde los 12.000 euros. O un Kia Carnival de 2013, en Zaragoza, desde 1.600 euros.
Cómo participar en la subasta
Para poder pujar, es necesario registrarse en el portal de subastas del BOE, donde aparecen los bienes que la administración lanza a subasta periódicamente. En ese sentido, necesitaremos disponer de un certificado electrónico o una Cl@ve. Una vez dentro, se debe seleccionar la categoría deseada (en este caso, vehículos) y filtrar por la provincia que interese.
Ahí, se podrá consultar la información relativa al lote que se subasta, como año de matriculación o precio de salida, o el estado de las pujas. También, se podrá realizar la puja que se estime oportuna antes de que finalice el plazo y se dé por concluida la subasta.
No obstante, la web no admite demasiados filtros, por lo que será necesario mirar de lote en lote para encontrar el que más se ajuste a nuestras necesidades y a nuestra economía.