
Las rotondas o glorietas son unas de las infraestructuras de tráfico más peligrosas para la circulación. Según datos de la DGT, dos de cada tres siniestros con víctimas en vías urbanas se produce en estas intersecciones giratorias.
Y aunque no se debe a una única causa, la mayoría de incidentes se producen como consecuencia de una infracción, generalmente cometida por quien trata de acceder a la rotonda o por quien intenta salir de ella.
Por ello, desde Tráfico recuerdan cuáles son las cinco infracciones más graves que se pueden cometer en una rotonda y cuyas consecuencias pueden desencadenar en un accidente con víctimas mortales.
Velocidad excesiva
El acceso a la rotonda a una velocidad excesiva puede producir una colisión con otros vehículos que circulan por la intersección giratoria. También, puede suponer un riesgo para los peatones que cruzan por los pasos habilitados previos a la glorieta. Por ello, esta práctica puede ser sancionada con 500 euros y la retirada de 6 puntos si los agentes de tráfico consideran que el infractor conducía de forma temeraria.
Entrar sin respetar la prioridad
En una rotonda, salvo que haya semáforos o señales que lo indiquen expresamente, los coches del interior tienen prioridad sobre los que pretenden acceder a la glorieta. Acceder a ella sin respetar la prioridad del resto puede provocar una colisión lateral. Además, un frenazo brusco por parte de quien se encuentra en la rotonda y trata de impedir el impacto puede, a su vez, provocar otras colisiones en cadena. Por ello, esta maniobra puede conllevar la pérdida de 4 puntos y una multa económica de 200 euros.
Indisciplina de carril
Para cambiar de carril, se debe señalizar previamente la intención y solamente hacerlo cuando no se estorba al resto de vehículos. Hacerlo sin tener en cuenta estas normas puede suponer que choquemos contra otros vehículos dentro de la rotonda. Por ello, la normativa estipula multas de 200 euros, aunque no prevé la retirada de puntos del carnet.
Salida cruzada desde el interior
Similar a la anterior maniobra, esta se produce cuando un conductor desea salir de la rotonda desde los carriles interiores sin señalizar ni contemplar que haya otros vehículos en los carriles exteriores a los que les pueda estorbar la maniobra. Esta práctica, muy habitual en las rotondas, puede provocar un riesgo de colisión contra quienes circulan correctamente, así como impactos terceros entre quienes no pueden esquivar el choque. Estipulado como conducción temeraria, esta práctica se puede sancionar con 500 euros y la retirada de 6 puntos.
Salida sin dar prioridad al ciclista
Misma situación que la anterior, pero con distintos involucrados. Esta vez, quien circula por el carril exterior es un ciclista que, al igual que cualquier otro vehículo, tiene prioridad si circula por la rotonda. Por lo tanto, el coche que desee invadir su carril para salir de la rotonda debe respetar al ciclista, a riesgo de colisión y atropello. Por ello, se multa igualmente con 6 puntos y 500 euros.