
Cada cierto tiempo, los vehículos deben someterse a una inspección periódica (ITV) en la que se acredite que están en buenas condiciones para circular sin poner en riesgo la seguridad de los ocupantes ni la del resto de personas, ya sean viandantes, ciclistas u otros usuarios de la calzada.
Para que los agentes de la autoridad identifiquen rápidamente si un vehículo transita de acuerdo a las normas establecidas, los conductores deben colocar la pegatina que reciben tras pasar la ITV en un lugar visible. Por ejemplo, en la esquina superior derecha del parabrisas en el caso de los coches.
De hecho, no llevar este adhesivo supone una infracción del Reglamento General de Vehículos, e incumplirlo conlleva una sanción económica de 80 euros.
Mejor una que varias pegatinas
No obstante, es frecuente ver vehículos que no conformes con llevar la pegatina de la inspección más reciente, lucen tantos distintivos como inspecciones han pasado, situados inmediatamente al lado los unos de los otros.
En este sentido, cabe preguntarse si es legal llevar varios distintivos adheridos al vehículo.
Tal y como recogen en el portal de noticias especializado Autofácil, y siguiendo lo estipulado en el Reglamento General de Vehículos, "En el caso de vehículos que tengan parabrisas, el distintivo se colocará en el ángulo superior derecho del parabrisas por su cara interior. La cara impresa del distintivo será autoadhesiva".
Por lo tanto, colocar la última pegatina en un lugar que no sea el estipulado sería una mala práctica, aunque la norma no especifica que sea una actividad no permitida.
No obstante, más allá de dar a entender la antigüedad del vehículo a base de pegatinas de colores, no tiene sentido exhibirlas. Sobre todo, porque resta visión al conductor, ya que no permiten ver a través de ellas.
En conclusión: al pasar una nueva revisión, lo idóneo es que el último distintivo se coloque justo sobre el anterior, de forma que el que ya no tiene vigencia quede oculto bajo la nueva pegatina.