
La relación entre el crecimiento del PIB, el aumento de los beneficios y, en último lugar, la rentabilidad de las bolsas, ha sido estudiada de manera recurrente por muchos analistas. En teoría, la mejora de la economía se debería trasladar a un incremento de los beneficios, que también debería determinar los precios de las acciones. Esta correlación solo funcionaría en una economía cerrada y que estuviese completamente reflejada en la bolsa, algo muy lejos del mundo globalizado actual.
Sin embargo, sí que se puede intuir una relación entre el crecimiento del PIB global y el aumento de los beneficios de las cotizadas mundiales. Según Barclays, con un crecimiento inferior al 3% los beneficios del MSCI World sufrirían un retroceso. Si el PIB aumentase a un ritmo de entre el 3 y el 3,5% -el consenso espera un incremento del 3,3% este año-, las ganancias crecerían a un ritmo del entorno del 2%. Mientras, si se ralentizase a la zona de entre el 2,5 y el 3% veríamos un recorte en beneficios.
"Como norma general, el umbral en el que los beneficios crecen es del 3%. Para este año nuestros economistas esperan un aumento del PIB del 3,3%, lo que es consistente con un crecimiento del bpa de un dígito bajo", señalan en Barclays. Eso sí, en la entidad británica advierten de que con las previsiones actuales de PIB para 2020 las de beneficios tendrían que caer, ya que el consenso espera que la economía crezca al 3,3% y, en cambio, se prevé un aumento de ganancias de doble dígito.

Kristjan Mee, estratega de Schroders, da varios motivos que explicarían el diferencial entre el aumento del beneficio por acción y del PIB. En primer lugar, señala que el indicador puede sufrir problemas de medidas y que la cuota de los beneficios en una economía puede variar a lo largo del tiempo. A nivel de país, explica que la exposición a otras regiones puede variar notablemente entre las cotizadas y la economía y que la bolsa no tiene por qué ser representativa de la economía, como sucede en España.
Finalmente, apunta al efecto dilutivo de las salidas a bolsa, ya que el crecimiento de los beneficios de las nuevas firmas sucede antes de su salida a bolsa, por lo que se recogen en el PIB pero no en las bolsas, lo que genera una dilución.
Desde 1970 el aumento del PIB nominal en las economías avanzadas ha sido del 6,9% anual, en línea con el aumento del 6,4% en el beneficio por acción
"Un estudio de MSCI muestra que la dilución entre el aumento del PIB y el beneficio por acción de 16 economías desarrolladas fue de 2,3 puntos porcentuales anuales entre 1969 y 2009. Este resultado es similar al de Bernstein y Arnott, que encontraron una dilución entre el aumento del PIB per cápita y del dividendo por acción de 2,4 puntos desde 1900", inciden en un estudio de Norges Bank.
Una relación visible a largo plazo
Aunque en el más corto plazo el crecimiento del PIB no está necesariamente alineado con el comportamiento de los beneficios, lo cierto es que a largo sí se aprecia un vínculo. Según los datos de Norges Bank, desde 1970 el aumento del PIB nominal en las economías avanzadas ha sido del 6,9% anual, en línea con el aumento del 6,4% en el beneficio por acción y del 6% en los dividendos, por lo que una ralentización sería una mala señal para el inversor.