
"Observamos que el rebote de corto plazo se forma con más miedo que vergüenza toda vez la mayoría es consciente de que el gran debate se va a producir en Wall Street, donde los principales índices vienen moviéndose lateral a lo largo de las últimas sesiones mientras Europa sufría la presión de las ventas", señalaba Joan Cabrero en Ecotrader. La banca sigue cotizando en positivo alentando el rebote del selectivo.
Los resultados empresariales siguen llegando y marcan la sesión. ING y Philips han registrado pérdidas y anunciado despidos, pero reaccionan con un fuerte rebote en el mercado de Amsterdam.
Esta tarde, en EEUU tomarán el relevo empresas como American Express, Mc Donald's o Texas Instruments. Barclays ha anunciado depreciaciones de casi 8.500 millones de euros, pero también ha dicho que no ampliará capital, por lo que sube un 28%.
"Mientras los mínimos del viernes (7.981,7 puntos en el Ibex 35 (IBEX.MC)) no se pierdan se mantendrá a corto el debate entre aquellos que venden apostando por una continuidad de la tendencia bajista de las últimas dos semanas y los que toman posiciones pensando en un posible rebote que sirva para aliviar la fuerte sobreventa acumulada fruto del último y fuerte movimiento bajista iniciado en los máximos del 6 de enero y que, recordemos, ha provocado caídas en los principales índices europeos superiores al 18%", comentaban los analistas de Bolságora en el Flash Intradía.
Wall Street tiene la clave
"Analíticamente consideramos que la clave reside en esperar a ver el desenlace del lateral que desarrollan a corto los principales índices de Wall Street. Así, mientras no veamos a los índices norteamericanos superar los máximos de la semana pasada, lo que confirmaría en muchos casos figuras de vuelta alcista visibles en gráficos diarios, o perder los mínimos de esa misma semana, lo que provocaría caídas importantes, el debate continuará y eventuales caídas o subidas en Europa pueden ser especialmente vulnerables.
Por eso, la semana que hoy comienza puede ser la más importante desde noviembre para el futuro a medio (y quién sabe si largo) plazo del mercado: se va a librar la batalla decisiva.
Normalmente, el escenario principal de esta batalla debe ser Wall Street, que la semana pasada no llegó a tocar los mínimos aunque están ahí mismo. Y el entorno no puede ser más preocupante, con el reagravamiento de la crisis financiera, la confirmación de que la recesión va a ser muy dura, el desplome de los resultados empresariales y la evidente ineficacia de las multimillonarias medidas adoptadas por los Gobiernos.