En el ecuador de la sesión nos encontramos ante una jornada donde los índices europeos tratan de recuperar parte del terreno perdido durante las dos últimas semanas.
En este periodo de tiempo las caídas acumuladas superan en la mayoría de casos el 18%. Esto unido a que la caída ha sido vertical y se pueden contar once sesiones de registro bajistas, esto es, una técnica oriental que advierte de la sobreventa y de la posibilidad de asistir a un freno en las caídas en cuanto se pueden contar de ocho a diez registros, hace normal que se asista a un rebote.
Con todo, observamos que el rebote de corto plazo se forma con más miedo que vergüenza toda vez la mayoría es consciente de que el gran debate se va a producir en Wall Street, donde los principales índices vienen moviéndose lateral a lo largo de las últimas sesiones mientras Europa sufría la presión de las ventas.
Todos se preguntan que puede ocurrir si este lateral que se desarrolla de forma muy clara entre los máximos y los mínimos de la semana pasada en índices como el Nasdaq 100, se resuelve a la baja. En ese caso, habría que prepararse a un nuevo vendaval de ventas en Europa y esta vez apoyado por Wall Street.
En esta misma línea, alejaría el riesgo de asistir a una continuidad bajista y advertiría de que el rebote de corto podría ser más prolongado y sensible, si en próximas sesiones Wall Street logra romper los máximos de la semana pasada. Las espadas, como pueden ver, están en todo lo alto y la recomendación es esperar a que se resuelva el debate antes de tomar decisiones que podrían ser precipitadas.