Las últimas debutantes en el parqué madrileño pertenecen a sectores muy distintos y hasta la fecha han tenido un resultado muy dispar en bolsa. Mientras que los títulos de Solarpack se revalorizan un 37 por ciento desde su estreno bursátil, los de Arima avanzan un 11 por ciento, y los de Amrest repuntan cerca de un 2 por ciento.
Las tres compañías participaron ayer en la segunda sesión del XV Foro Medcap organizado por BME, donde expusieron su balance como cotizadas tras un 2018 muy complicado en los mercados. Tanto la socimi como la firma energética y la de restauración coinciden en señalar las ventajas competitivas que ofrece estar en bolsa, como la visibilidad y repercusión que ofrecen y que merecen la pena frente a la rigidez y el escrutinio al que están sometidas.
"Siendo cotizada estás expuesta a circunstancias macroeconómicas y políticas del momento que pueden tener una influencia mayor de lo que deberían si nos creímos a las cuentas de la compañía", señala Carmen Boyero-Klossner, directora financiera de Arima.
En los tres casos aluden al horizonte a corto plazo que tienen hoy día los inversores. "Intentar armonizar los objetivos de una compañía con esos objetivos de inversión más cortoplacistas requieren un esfuerzo de comunicación constante", añade la CFO de la socimi.
