Contra todo pronóstico, 2019 está siendo un año muy positivo para la renta fija gubernamental. Pese a que muchos advertían de que había poco que rascar en este activo, lo cierto es que el apetito del inversor parece insaciable y siguen comprando deuda española. Así, el interés del bono español a 10 años cae por debajo del 1% en la sesión del jueves, situándose en mínimos no vistos desde 2016.
La deuda del país había caído ya en abril por debajo del 1%, pero no había logrado cerrar por debajo de este nivel psicológico y, además, este jueves ha marcado nuevos mínimos Con este escenario, la deuda pública del país genera ganancias por precio de más del 4% en lo que va de año.
El constante retraso en una posible subida de tipos en la eurozona -ya no se espera hasta bien entrado el año 2020- ha hecho que los inversores se lancen a comprar deuda durante este 2019. En el caso del papel soberano español se queda a solo 10 puntos básicos del mínimo histórico marcado en septiembre de 2016.
La influencia de las elecciones
Durante las semanas previas a las elecciones los inversores no se han mostrado excesivamente preocupados por las mismas y unos resultados en línea con lo dibujado en las encuestas han hecho que los bonos ni se hayan inmutado en los días posteriores. De hecho, la prima de riesgo con Alemania cae también por debajo de los 100 puntos básicos, si bien es cierto que el inversor ha mostrado más apetito por la deuda portuguesa.
"Los resultados de las elecciones ya habían sido puestos en precio durante las semanas antes de los comicios. Que la incertidumbre se había puesto en precio es evidente si se compara con el bono portugués, ya que el diferencial entre ambos ha caído hasta la zona de los 10 puntos básicos", apuntan desde DZ Bank
Lo cierto es que la economía española sigue creciendo a buen ritmo y, de hecho, el PIB español aceleró hasta el 0,7% en el primer trimestre del año, según la estimación adelantada publicada el martes por el INE, lo que ha sido recibido de manera positiva por los inversores. "En el mercado de bonos, el rendimiento de la deuda pública se ha mantenido prácticamente sin cambios. Y es que la economía española está creciendo a un ritmo sólido y la mayoría de los partidos españoles son europeistas", apuntan desde Bank Degroof Petercam.
Así las cosas, los expertos creen que con los resultados de las elecciones en la mano el panorama no es malo para la economía española. "Esperamos que los comicios tengan un impacto limitado. Una coalición más inclinada a la izquierda priorizaría un mayor gasto social, financiado con un aumento de impuestos para cumplir con los objetivos presupuestarios y podría dar marcha atrás en algunas reformas estructurales. Esto podría poner algo de presión en la prima de riesgo de algunos activos del país, pero es improbable que hiriese el fuerte crecimiento económico", analizan en UBS.
"Dadas las opciones que tiene el PSOE, el resultado de las elecciones podría ser marginalmente positivo. En todo caso, España ha mostrado cierta solidez ante la incertidumbre política en los últimos tiempos y seguimos siendo positivos con la economía del país", señalan en Danske Bank.
Los expertos esperan que España cierre el año creciendo a un ritmo del 2,2%, un ritmo que dobla al 1,1% que pronostican para la eurozona. "A medio plazo, esperamos que los puntos positivos de España vuelvan a la palestra, por lo que no esperamos que aumente la prima de riesgo. Los factores al alza para el país son la resiliencia de su economía y su positiva tendencia de calificación crediticia", apuntan desde DZ Bank.
De momento, Moody's otorga una calificación de Baa1 a la deuda española. Fitch y S&P se sitúan un peldaño por encima, con un rating de A-, con perspectiva positiva en el caso de S&P, lo que abre la puerta a una posible mejora en la nota.