
"Cualquier cosa puede ocurrir" es la opinión última y más recurrente de analistas y expertos sobre las elecciones generales del 28 de abril en España. Un estado de incertidumbre política que, a poco más de una semana de la celebración de los comicios, no tiene reflejo ni en la bolsa, ni en la deuda. La bancarización del Ibex 35 ante un futuro próximo sin subidas de los tipos de interés es la razón por la que la rentabilidad del índice, que este miércoles renovó sus máximos anuales, se ha separado de la del EuroStoxx 50 cerca de 4 puntos porcentuales en 2019, mientras la prima de riesgo deambula en torno a los 100 enteros, de los que apenas se ha distanciado en los últimos 10 meses.
Las elecciones no preocupan en exceso (al menos de momento) porque el escenario principal que maneja el mercado es un buen resultado del PSOE, que sea suficiente para formar un Gobierno que, ya necesite apoyos a la derecha, a la izquierda o de los nacionalistas, garantice una legislatura de políticas económicas en sintonía con la UE, de lo que la ministra saliente del ramo, Nadia Calviño, parece un aval, aunque todavía no haya conseguido aprobar unos presupuestos propios.

A pesar de la fragmentación del voto, las distintas visiones coinciden en que hoy por hoy no se puede hablar ni mucho menos de una italianización de la política de España que pueda impactar directamente en la bolsa o en la deuda pero, en general, sí son cautos ante el incierto resultado de las elecciones, en un contexto de desaceleración del crecimiento económico global en el que la tensión por el desafío independentista en Cataluña sigue en máximos en el plano doméstico.
Mélenchon y Le Pen hundieron al euro en 1,04 dólares en 2017, mínimos de los últimos 16 años
La referencia más cercana es la reacción de la prima de riesgo italiana tras las elecciones generales de marzo del año pasado. Como la española, permaneció impasible ante la incertidumbre durante semanas, incluso tras conocerse los resultados, hasta que en mayo se disparó a máximos de la crisis del euro de 2012 ante el anuncio de la coalición de gobierno de los dos polos euroescépticos, el Movimiento 5 Estrellas y La Liga Norte. Desde entonces, el diferencial entre el interés del bono italiano a 10 años y el del Bund alemán se ha mantenido por encima de los 250 enteros, casi sin interrupción, por el pulso constante de este ejecutivo con el establishment de la eurozona.
Una tensión aún mayor provocó la amenaza de una segunda vuelta entre el comunista Jean-Luc Mélenchon y la ultraderechista Marine Le Pen en las elecciones presidenciales de Francia. La incertidumbre hundió al euro en los 1,04 dólares en enero de 2017, su mínimo de los últimos 16 años, y disparó la prima del país hasta niveles de 2012. La victoria final de Emmanuel Macron ahuyentó los fantasmas.
La formación de gobierno en Italia disparó la prima de riesgo a máximos de la crisis de 2012
En España, según distintos expertos, una situación similar vendría con tres escenarios para nada improbables: una repetición de los comicios que mantenga al país sin presupuestos; con un gobierno influido por Vox que avive el conflicto catalán; o uno con un peso de Unidas Podemos que aumente desmesuradamente el gasto público.
"Para protegerme ante esto, me pondría corto en el bono, porque gane quien gane no se va a ir al 0,8%", afirma Jacobo Blanquer, consejero delegado de Tressis Gestión, poniendo de relieve que el riesgo a la baja para el precio del papel español es mucho mayor que el de subida. Exactamente, el interés del bono de referencia se ha reducido cerca de 50 puntos básicos desde octubre de 2018 como consecuencia de las incertidumbres globales y del mayor tono acomodaticio adoptado por el BCE. Este punto de partida favorece que la incertidumbre política pueda provocar ventas de bonos españoles.
Atacar la deuda española
Un movimiento que solo se podría aprovechar invirtiendo contra la deuda española: una estrategia que es posible, pero no para todos los públicos -al implicar operativas con derivados como CFDs apalancados o futuros de elevados nominales que permiten invertir en corto en bonos soberanos esperando la caída de su precio-. Existen distintos métodos para hacerlo. "En el Mercado oficial de futuros y opciones financieros (MEFF) hay la posibilidad de operar sobre el futuro del bono español a 10 años y un inversor que apostara por una caída de su precio tendría que vender el futuro, que tiene un nominal de 100.000 euros", explica Felipe López-Gálvez, experto de Self Bank.
Otra vía es "operar a través de CFDs sobre los propios bonos o sobre los ETFs (productos cotizados) que replican a la deuda española -como el iShares Spain Govt Bond UCITS ETF EUR o el Lyxor EuroMTS 10Y Spain BONO Go-vernment Bond (DR) UCITS ETF Acc-", añade Sergio Ávila, analista de IG. "Cualquier cobertura sobre el bono español debería realizarse con perspectivas de muy corto plazo, únicamente para tratar de frenar el improbable impacto electoral negativo, que de producirse sería muy efímero", concluye David Pina, de ActivTrades.