
Tras un arranque de 2019 muy positivo para las bolsas, Jesús Sánchez Quiñones, director general de Renta 4, considera poco probable que este año se produzca una recuperación económica similar a la que se vivió en 2016, cuando existían las mismas dudas que ahora con respecto a la ralentización del crecimiento que actualmente. Con la pólvora del BCE ya mojada, Sánchez Quiñones cree que "la japonización de Europa no es el peor escenario ni muchísimo menos" y advierte de que posponer los ajustes provocará que cuando lleguen sean "más bruscos". La japonización de Europa implicaría largos periodos con los tipos al mínimo, sin lograr que suba la inflación y con un crecimiento anémico mientras la población sigue envejeciendo.
El año 2018 acabó con fuertes caídas en bolsa. Sin embargo, parece que el tono en 2019 es mucho más positivo. ¿Cuál es la clave para que se pueda sostener ese entorno más constructivo?
Lo que no cabe duda es que después de la recuperación desde mínimos del 24 de diciembre los ánimos se han calmado. Aquí lo relevante es preguntarse si tras la caída del pasado, que fue muy similar a las de 2011 y 2016, se produce también una recuperación económica similar. Esa es la pregunta clave. Si esta vez esto va a ser igual. Para nosotros, algo ha cambiado. El ciclo económico está mucho más maduro y los bancos centrales ya han acabado con su política de máxima inyección. Aunque el BCE posponga las subidas de tipos o en Estados Unidos no se produzcan más subidas de tipos. Y está por ver si tendrá éxito el modelo en el que la economía crece mediante chutes monetarios.
Precisamente se ha hablado mucho de si el BCE ha perdido la oportunidad de normalizar su política en la eurozona. ¿Es la japonización lo peor que le puede pasar a la eurozona?
Ya se ha hablado mucho de esto. Que cuando Europa crecía al 2% se siguiese con los tipos en negativo con la excusa de que la inflación no llegaba al 2% es bastante ridículo. El BCE se ha metido en una trampa de la que tiene muy difícil salir. La japonización de Europa no es el peor escenario ni muchísimo menos. Más nos vale no ponernos en el peor escenario, pero creo que el gran peligro es la adulteración de los tipos de interés a corto y a largo. Pensar que esto genera crecimiento… esto puede evitar los ajustes, pero la economía necesita estos ajustes y si se van posponiendo cuando lleguen se producirán de forma más brusca.
El principal perjudicado de los tipos en negativos es el sector bancario. ¿Está reflejando ya el mercado un escenario negativo?
Hay un tema que es claro. Société Générale ha rebajado sus propias expectativas por el aplazamiento en la subida de tipos. Y si esto afecta a Société Générale afecta a toda la banca. El mercado ya ha puesto en precio que va a haber una revisión a la baja de las estimaciones de los propios bancos.
Volviendo al optimismo del principio del año, en principio los datos no se corresponden con ese positivismo que hay en mercado…
Los datos del cuarto trimestre sí que son muy malos. Aunque es cierto que hay algunos de confianza, sobre todo en Europa, como el ZEW, que sí que parecen poner un suelo al deterioro del crecimiento. Con todo, creo que hay bastante consenso en que el crecimiento va a ser menor y en que hay pocos estímulos para que pueda ser más elevado a medio plazo. Parece claro que la parte alta del ciclo ha quedado atrás.
Con este escenario de menor crecimiento, los riesgos en Europa con el Brexit e Italia parece que tampoco han desaparecido.
El escenario que planteábamos para 2019 sigue vigente. [En sus perspectivas Renta 4 dibujaba un barco que intentaba llegar a una isla mientras le amenazan tiburones en referencia al Brexit, Italia o la guerra comercial] Yo te diría que mientras el motor del crecimiento tenga suficiente fuerza para sortear los vaivenes que puedan dar los tiburones se podrá llegar a la isla, pero las amenazas siguen ahí y no han desaparecido.
En vuestra opinión la mayor amenaza era la guerra comercial. De momento parece que el mercado descarta un escenario negativo, ¿cuáles son vuestras perspectivas?
Trump ya ha dejado ver que habrá una prórroga. Nadie espera que los aranceles vayan a entrar en vigor el 1 de marzo. Si hay una sorpresa negativa se podrá producir dentro de 2 meses, pero ahora parece bastante claro que habrá una patada para adelante.