
Los fondos de bolsa españoles son un 15% más caros que los europeos y, además, rentan un 30% menos a largo plazo. Es una de las conclusiones que se extrae de un informe publicado por ESMA (la Autoridad Europea de Valores y Mercados), en el que mide el rendimiento de estos productos una vez descontados los costes y el efecto de la inflación en distintos periodos de tiempo.
En lo que se refiere a España, una de las lecturas que se obtiene es que la rentabilidad bruta (es decir, sin descontar costes y tampoco el incremento del coste de la vida) que logran estos productos a largo plazo ya es, de por sí, menor a la que consiguen los fondos registrados en el resto de países europeos en un plazo de diez años. De este modo, mientras los partícipes españoles consiguen con sus fondos de bolsa un 6,21%, los europeos suman, de media, un 7,34%. Una vez se descuentan todos los elementos que arañan rentabilidad al partícipe, la rentabilidad real que ofrecen los fondos de bolsa española es del 2,55% frente al 3,63% del resto.
Los gastos, más caros...
Podría pensarse que ese punto de diferencia se debe al efecto de la inflación, pero no. En la última década ésta solo ha subido un 1,4% en España frente al 1,7% que, de media, se ha incrementado en el resto de Europa. Lo que significa que la brecha se debe a los costes, y es que los gastos totales de los fondos de bolsa española en dicho periodo han sido superiores a los de los fondos de bolsa europeos. La ratio que los mide se conoce como TER, e incluye todos los costes asociados tanto a la gestión como a la comercialización del producto, no así la comisión de suscripción ni la de reembolso, si las hubiera -costes que ESMA sí ha tenido en cuenta a la hora de realizar la comparativa-.
Si se suman todos ellos, es decir, el TER más la comisión de suscripción y reembolso, el coste de los fondos de bolsa españoles ha sido del 2,26% a diez años vista, frente al 1,99% de los fondos de bolsa europeos. No ocurre solo en ese periodo de tiempo, también sucede en un plazo de tres y siete años (a un año, los fondos de bolsa españoles siguen siendo más caros, pero su rentabilidad bruta es más elevada que la de los europeos).

La razón de por qué se puede producir esta situación la explica Victoria Torre, responsable de contenidos, productos y servicios en Selfbank: "La categoría renta variable España no es muy numerosa, y la mayor parte corresponde a gestoras nacionales", salvo excepciones, detalla, "como el Fidelity Iberia". No es un secreto, dice, "que la comercialización de fondos en España no siempre se ha hecho de manera óptima. Las grandes entidades han aprovechado sus redes de distribución para colocar masivamente productos que en muchas ocasiones no eran especialmente buenos y en la mayoría de los casos contaban con comisiones altas", aunque, recalca, que no se puede generalizar porque "hay producto nacional excelente, pero también hubo mucho fondo mediocre y caro que desdibuja la foto global".
Al margen de España, ESMA resalta que el impacto de los costes en la rentabilidad bruta que obtienen los partícipes de fondos minoristas en Europa, en general, es "significativo", ya que, según sus cálculos, éstos se comieron aproximadamente el 25% de la rentabilidad bruta que obtuvieron entre 2015 y 2017. Es la baza a la que se ha agarrado la gestión pasiva para crecer en el Viejo Continente: el acceso a productos a un precio más bajo que la gestión activa. De este modo, por ejemplo, mientras el TER de los fondos de bolsa en Europa alcanza el 1,77%, el de los ETFs que invierten en la misma categoría, es decir, en renta variable, se reduce hasta el 0,37% según datos de Lipper, a cierre de diciembre. Datos que, por otra parte, ponen de manifiesto que el volumen de activos en esta industria alcanzó los 633.000 millones.
...pero no en todos los tipos
Esa diferencia en rentabilidad y coste que se produce en los fondos de bolsa de España y los del resto que se comercializan en otros países europeos no se repite en otras categorías de fondos.
En los mixtos, los vendidos como alternativa al depósito en nuestro país y que tanto patrimonio acumulan, sí son menos rentables de por sí, sin descontar el efecto de los costes y la inflación, pero no son más caros en un periodo de diez años. El TER de estos productos en ese plazo se sitúa en el 1,45%, lo que implica un 9% menos de lo que cobran estos vehículos de media en el resto de Europa.
En los de renta fija, en cambio, los gastos de comercialización y gestión del fondo también son menos elevados: 0,85% en España frente al 1,14% respecto a la media europea.