
Si 2018 fue un año funesto para los inversores conservadores, 2019 va camino de prolongar el calvario para quienes solo invierten en renta fija. No solo es la falta de rendimiento que están acusando los fondos de esta categoría, supuestamente más ajustada a su perfil de riesgo, sino que, simplemente, por estar invertidos en estos vehículos de inversión deben de asumir un coste.
Y este coste, de entrada, se puede comer la rentabilidad que pueden obtener este año, según las previsiones del índice Bloomberg Barclays, compuesto por una cesta representativa de bonos europeos, tanto soberanos como corporativos. Este índice, que se actualiza diariamente, descuenta en este momento un rendimiento del 0,77% para 2019, un porcentaje que superan el 47,5% de los 2.954 fondos de renta fija registrados por Morningstar dirigidos al inversor minorista español, cuyos costes totales son superiores a dicho porcentaje.
Es decir, los inversores están pagando por estar invertidos en los fondos con una expectativa de ni siquiera poder recuperar al menos el coste de la inversión. De hecho, la media de costes totales que soportan los fondos de renta fija europea es del 0,81%, por lo que si la evolución de previsión de la rentabilidad no mejora aunque sea un poco, los inversores estarán invertidos con pérdidas latentes.
Esto quiere decir que los inversores que siguen optando por la renta fija para no incurrir en riesgos de mercado pueden terminar sucumbiendo, sin darse cuenta, en uno de los principales factores a la hora de invertir: lo que le cuesta invertir en los fondos, porque se detrae del valor liquidativo obtenido y, por tanto, la rentabilidad mengua. Y si las perspectivas de los distintos activos de deuda no son muy halagüeñas, puede terminar sufriendo aún más que si invirtiera en renta variable a largo plazo, aunque los asesores financieros siempre recomiendan no fijarse exclusivamente en el dato del coste a la hora de seleccionar un fondo de inversión.
El problema del coste es más acuciante si se considera que el 30% de los 2.954 fondos de renta fija europea registrados por Morningstar cobran una comisión superior al uno%, cuando los fondos indexados de esta categoría tienen un coste total del 0,21%, mientras que los ETFs cobran un 0,40%. No es un tema menor, si se tiene en cuenta, además, que el 43% del dinero invertido en fondos de inversión en España se encuentra en fondos de renta fija puros y mixtos, según los datos de Inverco.
Y no hace falta esperar a que se cumplan las previsiones del índice de Bloomberg Barclays. A día de hoy, la rentabilidad de esta cesta de valores de deuda europea solo ofrece un 0,16%, por lo que el daño para el bolsillo del inversor ya es real. De hecho, el año pasado los inversores conservadores ya sufrieron en sus carnes la importancia de los costes de un fondo. De los 2.613 fondos de renta fija europea de los que Morningstar tiene dato de rentabilidad de 2018, únicamente 346 terminaron en terreno positivo, una cifra que hubiera sido mayor si el coste medio hubiese sido inferior. De hecho, entre los 1.308 fondos que imponen un coste más alto para el inversor que la media, solo 100 terminaron el año pasado en positivo, de los cuales solo 36 ofrecieron más de un 1% de rentabilidad.
Si se analizan solamente los fondos de renta fija europea que tienen una estrategia flexible o diversificada por tipo de activos de deuda, según Morningstar, el coste total medio se reduce un poco, al 0,79%. Pero de los 201 fondos que se agrupan en estas subclases 88 cobran más que el promedio.
En el caso de los fondos de renta fija europea de gestoras españolas, el coste medio se rebaja hasta un 0,75%. Pero de los 385 productos registrados en Morningstar, 160 superan ese porcentaje de coste total, con Tesorería Dinámica Sicav a la cabeza con un 3%, seguida de Gescooperativo Renta Fija High Yield, con un 2,15%, e Ibercaja High Yield, con un 2,11%, aunque hay que tener en cuenta que las perspectivas de Bloomberg para la deuda de alta rentabilidad europea se sitúa en el 5,07%.
Aunque el reciente repunte de las bolsas ha dado aire al resto de activos, pocos creen que el Banco Central Europeo pueda llevar a cabo el inicio de la subida de tipos de interés en la zona del euro después del verano, como tenía previsto, al tiempo que la Reserva Federal norteamericana ha puesto en modo pausa su política de normalización monetaria. Factores que influirán en la rentabilidad esperada para este año por los inversores de renta fija.
No obstante, los asesores financieros recuerdan que para un inversor conservador que tenga aversión al riesgo siempre será preferible mantener su dinero en acivos menos volátiles. El problema es el coste.
El doloroso dilema de los inversores conservadores
El inversor conservador se encuentra ante un dilema. Hace unos años introdujo algo más de riesgo en su cartera a cambio de más rentabilidad, ante el exiguo rendimiento de los activos tradicionales de renta fija, después de las 'vacas gordas' de los años posteriores a la crisis. Pero la extrema volatilidad del año pasado ha provocado que reniegue de los mercados bursátiles y regrese a las posiciones iniciales. Sin embargo, ahora se encuentra con que está pagando por unos productos, los fondos de renta fija europea, que en su mayoría tienen un coste más elevado que la rentabilidad que pueden esperar para este año. Es decir, que si prefiere seguir siendo conservador, tiene que pagar un peaje en forma de comisiones que le puede llevar a asumir pérdidas en su inversión. Pero si quiere obtener más rentabilidad, debe aceptar una volatilidad de los mercados a la que no está acostumbrado, aunque en el largo plazo le pueda resultar más beneficiosa para su dinero. Cualquiera de las dos soluciones supone dolor.