Bolsa, mercados y cotizaciones

El beneficio previsto en 2019 para los fabricantes de chips cae un 5%

  • Nvidia y Maxim sufren los mayores recortes de cara a los dos próximos años

Los síntomas de fatiga, derivados de una caída en la demanda y de un posible nuevo ciclo de negocio, se dejan notar en la industria de los semiconductores.

Bien sea por el efecto del pulso arancelario y el debilitamiento chino, así como por nuevas tendencias en el consumo, sobre todo de teléfonos móviles como bien muestran las últimas cuentas trimestrales de Apple o Samsung, los problemas se acumulan para los fabricantes de chips.

Pese a que en bolsa el conjunto de estas compañías se anota en torno a un 16% tras las fuertes caídas previas -el único valor en números rojos y pérdidas de doble dígito es Qualcomm-, los factores mencionados empiezan a pesar en las estimaciones del sector.

Según los datos que recoge FactSet, las ganancias esperadas para los principales fabricantes de chips han caído, de media, un 5% para 2019 y un 4,4% para 2020 desde que arrancó el ejercicio. Entre los mayores perjudicados se encuentran Nvidia y Maxim Integrated, con recortes del 21% y del 15%, respectivamente, para este año, y un 12% para el siguiente.

¿Las razones? "El ciclo de los semiconductores se ha dado la vuelta y la tendencia hacia ciclos más largos de reemplazo en los teléfonos móviles", explica Paul Quinsee, director de estrategia global de J.P. Morgan Asset Management. A ojos de Quinsee, otros posibles retos incluyen el impacto de los aranceles y restricciones comerciales en el sector, que según su parecer está "altamente globalizado".

La consultora IDC dejaba claro que 2018 fue "el peor año de la historia" para los envíos de teléfonos inteligentes, ya que los envíos globales cayeron un 4,1%. El analista de Goldman Sachs, Toshiya Hari, advertía en un informe que el bajo rendimiento del sector de los semiconductores continuará "a medida que la industria dedica los próximos trimestres ajustando su oferta una nueva coyuntura donde la demanda se deteriora".

Mientras, China, donde los grandes fabricantes de semiconductores estadounidenses generan cerca del 39% de sus ventas, con Qualcomm liderando la lista con un 65%, seguido de Micron, con el 57%, se ha convertido en epicentro del seísmo que azota al sector junto a otros aspectos, como la debacle de las criptodivisas o la penetración de los sistemas en la nube también hacen que los vientos soplen en contra.

Prueba de ello es que el Vision Fund de Softbank deshiciera toda su posición en Nvidia o que proveedores de Apple como AMS o Lumentum hayan dejado notar en sus ingresos la debilidad en la demanda del iPhone. Una situación que no solo afecta a la de Cupertino. En pleno ajuste forzado para muchas de estas compañías, los temores de que esta situación sea un prolegómeno de lo que ocurrirá con la tecnología se extienden.

"Apple no es inmune a una desaceleración económica más amplia y existe un riesgo si ésta se prolongara", estima el analista de Loub Ventures, Gene Munster, quien considera que en esta ocasión los fabricantes de semiconductores no son el único canario en la mina que augure una debacle tecnológica como ocurrió en el 2000 con el estallido de la burbuja de las dot.com.

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