
El cierre de Gobierno en Estados Unidos también tiene sus consecuencias en el Viejo Continente. La fusión entre las compañías europeas Thales y Gemalto, que acordaron su unión a finales de 2017, está pendiente de aprobación por parte del Departamento de Justicia estadounidense, después de haber obtenido el visto bueno de la Comisión Europea -aunque con la condición de que Thales se deshaga de su negocio de hardware-, y recibir el sí de Australia, México y Nueva Zelanda, algunos de los países donde la fusión requiere la autorización de los organismos de competencia.
"Las compañías están claramente sintiendo la presión de proteger el crecimiento de los datos que recopilan y almacenan", recalca Jason Hart, director de protección de datos de Gemalto. En el Data Threat Report de 2019 elaborado por Thales, su informe sobre las amenazas a la protección de datos personales, una encuesta a casi 1.200 ejecutivos de nueve países, un 60% dice haber experimentado alguna filtración de datos en algún momento -un 30% sólo en el último año-.
Pero el quid de la cuestión, según recoge el informe, reside en que, a pesar de reconocer la importancia de proteger los datos de naturaleza delicada, menos de un 30% de las empresas encuestadas usa el método de encriptación para proteger los datos personales.
Claramente, los factores que más impulsarán el sector son las nuevas directivas de protección de datos, como el GDRP (Reglamento General de Datos de la Unión Europea), que entró en vigor el pasado año, y el aumento del ciberterrorismo.
La fusión de Thales y Gemalto crearía una de las mayores compañías de seguridad cibernética de Europa, con una capitalización bursátil conjunta de unos 25.000 millones de euros y un beneficio bruto (ebitda) compartido cercano a los 2.500 millones, según las estimaciones de ganancias para 2018.
Mientras que Gemalto cuenta con poco seguimiento del mercado -sólo cinco analistas- y su acción ha estado congelada desde finales de 2017 (se mantiene desde entonces en el entorno de los 50 euros), los títulos de la francesa Thales tienen un potencial alcista de consenso del 22%, lo que podría elevar su precio hasta los 118,75 euros en los próximos doce meses.
Ambos valores reciben una recomendación de consenso de mantener, a la que Thales llegó la semana pasada después de ser compra durante todo 2018.
No obstante, para quedarse con una de las joyas europeas de la ciberseguridad, especialista en tarjetas electrónicas o sistemas de control de fronteras, Thales se ha desprendido de nCipher, especialista británico de módulos materiales de seguridad (HSM), ya que Gemalto es propietario de SafeNet, otra compañía con una tecnología similar. Parece ser que la Comisión Europea no habría visto del todo bien la fusión franco-neerlandesa a causa de la concentración en pocas manos de la tecnología HSM, según informan desde el diario especializado LeMagIT.
EEUU, el mercado líder
Fuera del gigante que crearían Thales y Gemalto, las opciones favoritas del mercado se encuentran al otro lado del Atlántico: Proofpoint y Palo Alto. Según un informe de MarketsandMarkets, el mercado de la ciberseguridad crecerá a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 10,2% entre 2018 y 2023, alcanzando en este último año una valoración de más de 248.000 millones de dólares. Estados Unidos seguirá dominando este mercado debido, según la consultora, "a los avances tecnológicos y la adopción temprana de seguridad cibernética en la región".
Precisamente, Estados Unidos es el mercado del que más dependen ambas compañías. Más de un 80% en el caso de Proofpoint y más de un 60% en el de Palo Alto. La primera de ellas, que capitaliza unos 5.300 millones de dólares, ganaría este año un 29% más, hasta acercarse a los 100 millones de dólares gracias a su principal negocio, la seguridad en todo lo relacionado con el correo electrónico.
Con la mejor recomendación entre sus principales comparables, sus títulos ya se anotan más de un 17% en lo que llevamos de año. Aún así, los expertos siguen viendo potencial y esperan que en los próximos meses gane más de un 18%, hasta los 116,32 euros en los que sitúan su precio objetivo.
En el caso de Palo Alto, si se cumplen las previsiones logrará dejar atrás las pérdidas que arrastra de manera ininterrumpida desde 2013. Por tanto, si cumple con lo que se espera de ella, en 2019 obtendrá unas ganancias de 500 millones de dólares. "Palo Alto es la compañía líder de seguridad de redes independiente, enfocada en uno de los segmentos más grandes de la industria de la ciberseguridad y con una de las mejores líneas de productos integradas en el mercado", indican desde JP Morgan.