Bolsa, mercados y cotizaciones

La recompra de acciones pasa a ser la munición más peligrosa de Wall Street

  • Apple, Wells Fargo o Citigroup han aprovechado sus ventajas fiscales
  • La previsión para 2019 es que estas operaciones aumenten un 22%

El revés sufrido por los mercados de renta variable desde octubre del año pasado jugó una mala pasada a aquellas compañías, lideradas por Apple, que engulleron acciones propias en un esfuerzo por agradar a sus inversores y animar su cotización en bolsa. Nada más lejos de la realidad, ya que en el caso de la de Cupertino su inversión borró alrededor de 9.000 millones de dólares.

Durante los primeros nueve meses de 2018, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, y su director financiero, Luca Maestri, gastaron más de 62.900 millones de dólares en títulos de la compañía que llegaron a comprar a un coste de 222,07 dólares, según The Wall Street Journal. Pocos proyectaban por aquel entonces que las acciones del fabricante del iPhone llegarían a borrar más de un 30% de su valor en los últimos tres meses.

Esta dinámica se contagió también a otras compañías que aprovecharon las nuevas condiciones fiscales para usar este tipo de ingeniería financiera. Wells Fargo compró acciones propias por valor de 13.300 millones de dólares entre enero y septiembre, una inversión con la que perdió 2.700 millones de dólares. Citigroup hizo lo propio con 9.900 millones de dólares y vio como alrededor de 2.800 millones de dólares se esfumaron tras las caídas y la volatilidad bursátil que caracterizó al último trimestre de 2018.

Las recompras de acciones cuentan con defensores, pero también detractores. Por un lado, suelen fomentar el beneficio por acción de las compañías dado que reducen en número de valores disponibles en el mercado y a su vez se han convertido en el principal motor de las subidas a bolsa durante los últimos años. En 2018, las empresas estadounidenses compraron alrededor del 2,8% de los valores disponibles en el mercado dando apoyo al mercado y a los dividendos según datos de Cresset Wealth Advisors.

Desde Goldman Sachs proyectan que el año pasado las recompras alcanzaron los 770.000 millones de dólares, un incremento del 44% con respecto al ejercicio anterior, y este año avanzarán un 22%, hasta los 940.000 millones de dólares. Es importante destacar que algunas del recompras anunciadas en 2018 se materializarán este año.

"Esperamos que la demanda empresarial de valores de renta variable aumente un 17% el próximo año, impulsada por recompras de acciones, así como las fusiones y adquisiciones, compensada por un aumento en las salidas a bolsa", explica Ben Snider, analista del banco estadounidense.

Deutsche Bank considera que el traspiés sufrido por la renta variable estadounidense en el último trimestre de 2018, que llevó a los principales indicadores a acumular una rentabilidad negativa en el conjunto del año tuvo un efecto positivo. Los beneficios empresariales, apuntan, crecieron un 25% y el PER de las compañías del S&P 500 se redujo desde 21 a 17 veces sus beneficios futuros. Algo que hará que el auge en las recompras continúe alcanzando los 700.000 millones de dólares este año.

Volatilidad actual

Dada la volatilidad que vive la bolsa americana, algunas compañías podrían tener complicado justificar programas de compra de acciones propias adicionales a los ya anunciados pese a que las valuaciones se hallan abaratado gracias a los vaivenes de los últimos meses. Al mismo tiempo, los incentivos para la repatriación de beneficios en el extranjero, buena parte de los cuales se han destinado a la recompra de acciones, han perdido impulso desde la segunda mitad del año pasado.

Si en el primer trimestre de 2018 se repatriaron hasta 295.000 millones de dólares, entre los meses de julio y septiembre dicha cifra cayó hasta los 93.000 millones de dólares, de acuerdo con los datos que coteja el Departamento de Comercio de EEUU. Según JPMorgan, alrededor de un tercio de todos los beneficios en el extranjero que regresaron al país fueron destinados a recompras.

La desaceleración en la repatriación de beneficios coincide también con una mayor incertidumbre global, donde las tensiones comerciales, geopolíticas y domésticas pesan en las proyecciones de las compañías estadounidenses. Sin estímulo fiscal en el horizonte, está previsto que el crecimiento de los beneficios e ingresos de los componentes del S&P 500 se desaceleren sensiblemente. Factset estima un avance del 7,9% en las ganancias medias de las empresas que componen este índice bursátil y un 5,3% de las ventas, lejos del 20,3% y el 8,9% respectivamente previsto en el conjunto de 2018.

Todos estos factores hacen prever que las recompras de acciones perderán brío, dejando notar su impacto a su vez en el comportamiento de la bolsa americana a lo largo de este año. Estas operaciones han aupado al mercado alcista más largo de la historia a medida que las compañías del S&P 500 han absorbido alrededor de 4,5 billones de dólares en títulos propios desde marzo de 2009.

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