
El año 2019 está punto de arrancar, un año que en apariencia se presenta más tranquilo de lo que ha terminado siendo el anterior. Si bien 2018 se inició con la promesa de ser un gran ejercicio para la bolsa gracias a una situación de crecimiento económico sincronizado en todo el mundo, que casi no tenía precedentes, ha terminado siendo una pesadilla para algunos inversores, que han visto cómo las bolsas mundiales han sufrido uno de los peores años recientes: el índice de bolsa mundial MSCI World pierde más de un 11% desde enero, su peor ejercicio desde que en 2008 cayese un 39% tras el estallido de la crisis financiera.
Sin embargo, en bolsa ningún año es para olvidar, y el recuerdo del mal 2018 puede ser una buena lección para el futuro. De hecho, las pérdidas que ha dejado la renta variable pueden haber servido de escarmiento para aquellos inversores que pudieran pensar que la bolsa es un camino llano y sencillo, después de que el índice de bolsa mundial MSCI World subiese más de un 10% anualizado entre 2011 y 2017. Después de las pérdidas de 2018, es probable que el inversor encare el año próximo con precaución, eliminando el factor sorpresa de los bajistas.
Al margen de las sorpresas que siempre pueden surgir, contar con una buena hoja de ruta que marque los eventos más importantes para los mercados en 2019 es de gran utilidad para el inversor. Muchas casas de análisis ya han publicado sus perspectivas para 2019 y, según ellos, hay algunos riesgos clave a tener en cuenta en el ejercicio: la transición de China hacia un nuevo modelo económico y el impacto que puede tener la guerra comercial que se ha iniciado entre el país asiático y EEUU; el cambio de pie de los bancos centrales, con la posibilidad de que la Reserva Federal estadounidense frene su proceso de subidas de tipos, mientras el Banco Central Europeo inicia ese camino; la incertidumbre política por el auge del populismo y eventos como el Brexit, y por último la ralentización del crecimiento económico global.
Uno de los grandes temores de los inversores es ahora la posibilidad de una recesión inminente, tras uno de los ciclos de crecimiento económico más largos que se recuerdan en Estados Unidos. Sin embargo, los expertos descartan, en su mayoría, que vaya a llegar una recesión técnica, ya que recalcan que el mercado se enfrenta a un crecimiento menor, pero no a una destrucción de la riqueza. Desde Allianz GI avisan de que habrá un "crecimiento menor, no sincronizado", y un "freno en el crecimiento de EEUU", pero "no una recesión". Columbia Threadneedle explica que "el ciclo está encaminándose a a su final, pero este no es inminente". Renta4 reconoce la desaceleración, pero descarta la recesión en 2019, una opinión muy similar a la que mantienen desde Banca March.
La bolsa es una buena opción
En este contexto, las perspectivas de los expertos para el año que viene señalan la renta variable como una de las clases de activos más interesantes, aunque se repiten los avisos de que se tendrá que lidiar con un incremento en la volatilidad durante el ejercicio, que exigirá un enfoque más activo a la hora de invertir. Desde UBS explican que "se deben conservar las inversiones en renta variable global, pero también planificar que habrá más volatilidad" durante el próximo año. Banca March resalta sobre la renta variable que es la clase de activo "con más potencial", pero recomiendan tener "un sesgo menos cíclico". Según Andbank, en este momento del ciclo "el mercado tiende a castigar a las firmas que defraudan las expectativas", lo que encaja con la necesidad de llevar a cabo una inversión activa. Columbia Threadneedle, por su parte, avisa de que "el reciente retroceso del mercado es una oportunidad", mientras Abante apuesta "claramente por al renta variable para 2019", especialmente en "Europa, Japón y emergentes", un acercamiento similar al de Renta4, quienes sobreponderan la bolsa de la eurozona, de España y de Japón, mientras que para los emergentes animan a ser "selectivos por países".
Retos de los próximos seis meses
En la primera mitad del ejercicio hay dos fechas que tienen que estar marcadas en el calendario del inversor: el 1 de marzo, cuando caduca la tregua comercial entre Estados Unidos y China, y el 26 de mayo, cuando están marcadas las elecciones europeas y las municipales en nuestro país, y también se baraja la posibilidad de que las elecciones generales se puedan establecer en la misma fecha, creando un superdomingo electoral cuyos resultados podrían tener un impacto significativo para las bolsas.