Han pasado ya más de 3.650 días desde que el misterioso Satoshi Nakamoto publicase su ensayo académico "Bitcoin: Un sistema de pago electrónico entre pares". La considerada biblia de las criptodivisas sirvió de pilar para generar un farragoso y copado mercado que en los primeros compases de este año llegó a contar con una capitalización de más de 813.000 millones de dólares.
Sin embargo, tras la euforia que algunos califican más bien como manía, de acuerdo con la sintomatología que suele atisbar una burbuja de activos según Hyman Minsky, muchos se preguntan cómo será la adolescencia de esta divisa digital, con diez velas a sus espaldas, y sus más de 2.000 allegados, como XRP, Ethereum, Stellar o EOS.
"Bitcoin impulsó la revolución de las criptodivisas y ha cambiado para siempre la forma en que el mundo maneja el dinero, hace transacciones, negocios y administra activos, entre otras cosas. Todo comenzó con Bitcoin", destaca Nigel Green, consejero delegado de deVere Group.
Para Green, quien puede situarse entre los defensores de las divisas digitales, durante su segunda década de vida, el Bitcoin perderá influencia y dominio en el mercado de forma "drástica" pero, en su conjunto, el mercado de las criptodivisas seguirá generando una jugosa rentabilidad para sus inversores, de hasta el 5.000% en los próximos 10 años, eso sí, no libre de riesgo. Hoy en día, Bitcoin todavía supone el 52,8% de este mercado.
La trayectoria de esta divisa digital, cuya primera transacción se estima ocurrió en 2009 y no logró atraer la atención del público masivo hasta el pasado 22 de mayo de 2010, cuando Laszlo Hanyecz utilizó el Bitcoin para costear dos pizzas de Papa John´s, se ha convertido en un profundo terremoto, con su valor borrando casi un 70% desde finales del año pasado hasta mediados de noviembre. En su conjunto, las más de 2.082 divisas digitales en circulación, según la recopilación de Coinmarketcap.com, han perdido más de un 77% de su valor desde comienzos de 2018.
"El mercado de las criptodivisas en general sufrió una manía clásica el año pasado donde, por primera vez en la historia de la humanidad, todo el mundo que tenían una conexión a Internet pudo involucrarse de una u otra forma en esta área, y lo que estamos viendo ahora es el extremo opuesto", explica a Inversión a Fondo, Ian King, analista de Banyan Hill, especializado en divisas digitales.
El futuro de Bitcoin y otras divisas digitales dependerá de su adopción, que en estos momentos es mínima. "Pocas de las personas que conozco con Bitcoins, los gastan"
Desde su punto de vista, el futuro de Bitcoin y otras divisas digitales dependerá de su adopción, que en estos momentos es mínima. "Pocas de las personas que conozco con Bitcoins, los gastan", reconoce King, quien menciona la tecnología blockchain y la posibilidad de "controlar nuestra propiedad digital" como principales usos de las criptodivisas. Recordemos que la cadena de bloques, como se conoce a la ingeniería detrás de las divisas digitales, básicamente elimina a los intermediarios, descentralizando toda la gestión.
Aún así, durante sus diez años de existencia, Bitcoin y otras criptodivisas han sido fruto de robos, ataques y otros conflictos que han puesto de manifiesto la multitud de taras de este mercado. Uno de los más notables fue el colapso del primer mercado de compra y venta de divisas digitales, Mt Gox, que tuvo que suspender pagos después de un robo Bitcoins por valor de 500 millones de dólares y otros 30 millones de dólares en depósitos en efectivo.
Pese al vacío regulatorio y la tímida protección legal, el año pasado fue testigo de los primeros esfuerzos públicos de diversas instituciones financieras por participar en este mercado. Tanto la CME como la Cboe lanzaron sendas plataformas para facilitar operaciones con futuros de Bitcoin. Numerosos bancos, como Goldman Sachs, anunciaron proyectos relacionados con las divisas digitales, algo que ayudó a alimentar la burbuja en el precio de Bitcoin y otras criptodivisas.
Las divisas digitales siguen generando sentimientos encontrados. Mientras algunos banqueros, como Jamie Dimon, capitán de J.P. Morgan, y reguladores han atacado ferozmente este mercado, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, sigue defendiendo parte de su concepto que ofrece "la posibilidad de que los bancos centrales emitan sus propias divisas digitales puede ser una opción a tener en cuenta que debería analizarse con mayor profundidad".
El BCE ha considerado recientemente a Bitcoin y las criptodivisas como "la semilla de la próxima crisis financiera"
Su punto de vista difiere del de Benoit Coeuré, miembro de la Junta Ejecutiva del Banco Central Europeo (BCE), quien consideraba recientemente a Bitcoin y las criptodivisas como "la semilla de la próxima crisis financiera". Una opinión que comparte el economista Nouriel Roubini que durante una comparecencias a comienzos de octubre ante el Comité Bancario del Senado de EEUU calificó a las cripto como "la madre o el padre de todos los fraudes y burbujas".
"Ahora que el baño de sangre dentro de las criptodivisas es evidente, el nuevo refugio de los criminales sinvergüenzas es blockchain, la tecnología subyacente que ahora es la cura de todos los problemas globales, incluida la pobreza, las hambrunas e incluso las enfermedades", indicó a los senadores Roubini considerando la cadena de bloques como "una tecnología más exagerada y menos útil de la historia de la humanidad".
Con detractores y respaldo por doquier, el Bitcoin y el mercado de las criptodivisas, deberán demostrar durante su adolescencia si son meros engendros fruto de un mercado opaco y carne de cañón para especuladores y posibles fraudes o realmente cuentan con la base necesaria, gracias a la tecnología blockchain, de transformarse en un activo al uso o, por lo menos, dar pie a la digitalización de las divisas convencionales e incluso ofrecer nuevas alternativas a los bancos centrales.
De momento, a corto plazo, la SEC todavía revisa varios fondos cotizados relacionados con Bitcoin, entre ellos el orquestado conjuntamente por VanEck, SolidX y la CBOE, pero esperará hasta finales de año para decidir si da luz verde o no a esta clase de productos. La agencia reguladora ya ha frenado productos similares presentados por los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss.