
Pese a las caídas de las bolsas desde después del verano, siguen considerando que las acciones ofrecerán rentabilidad a medio plazo
Las últimas correcciones de los mercados y la incertidumbre sobre si nos encontramos en un final de ciclo o solo en la fase finalista no ha hecho demasiada mella entre los inversores, que siguen confiando en la renta variable de cara a 2019.
Según la última encuesta a clientes de banca privada elaborada por JP Morgan, casi dos tercios de los inversores se mantienen optimistas respecto a las valoraciones del mercado de renta variable y consideran que tiene margen para seguir creciendo.
Este sondeo, que se realiza dos veces al año entre más de 500 inversores de altos patrimonios del banco en Francia, Alemania, Italia, España, Rusia y Suiza, tuvo lugar entre septiembre y octubre, por lo que no recoge el sentimiento de estos inversores respecto a las caídas producidas en diciembre.
Esto se comprueba en que el 58% de los encuestados mantiene una parte importante de su cartera en activos bursátiles, con una preferencia por las empresas del sector Salud, en el 37% de los casos, al considerar que ofrecerá una mayor rentabilidad en este momento del ciclo económico y frente al envejecimiento de la población.
Los españoles también se decantan por la renta variable, aunque con algo más de cautela. El 53% estima que la bolsa ha llegada un nivel de burbuja y que solo cabe esperar que se desinfle, pero aun así el 51% de los inversores españoles encuestados sigue apostando por la bolsa como principal vía para obtener rentabilidad durante los próximos doces meses, seguidas de la inversión alternativa y las materias primas.
¿De qué tienen miedo los inversores de cara a 2019? De las mismas cosas que este año, pero de otra manera. El contagio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China a los mercados emergentes es el principal foco de dudas, al igual que la fortaleza del dólar, la desaceleración económica del gigante asiático y un endurecimiento de la política monetaria de la Fed.