
El capítulo bursátil de Dia como una de las firmas del Ibex 35 acabará la próxima semana. En su peor momento. Con la acción en mínimos históricos. El desplome del 73% que arrastra la firma de distribución desde que a mediados de octubre corrigiese sus propias cuentas le ha costado su puesto en el índice siete años después de incorporarse.
La plaza de Dia estaba muy disputada. Varias empresas pugnaban desde hace meses por ser una de las 35 del Ibex. El comité que cuida del índice se ha decantado por Ence, a la que incluirá el próximo 24 de diciembre -los cambios se realizan coincidiendo con el vencimiento trimestral de futuros-.
No es la primera vez que la nueva integrante forma parte del Ibex. Ence, uno de los grupos referentes en la producción de celulosa de eucalipto y líder en energía renovable con biomasa, lleva décadas cotizando en la bolsa española y fue miembro del índice entre enero de 1995 y enero de 1997.
En estos 22 años que lleva fuera del selectivo, la compañía se ha transformado radicalmente. Para empezar, en aquella época, la que en su día fue Empresa Nacional de Celulosa, seguía siendo una empresa pública. La firma comenzó su andadura en bolsa en 1990, pero no fue hasta 1998 cuando inició su privatización, al poner en venta un 49% del capital, y hubo que esperar hasta 2001 para que quedara totalmente en manos privadas (Juan Luis Arregui, su presidente, controla un 29,3%).
La compañía que ahora regresa al Ibex es uno de los valores preferidos por los bancos de inversión -la recomendación del consenso de mercado es comprar- y cuenta con un valor en bolsa de 1.322 millones de euros, pese a que retrocede casi un 40% desde los máximos marcados en octubre. Este tamaño le ha dejado el camino libre para superar sin problema el requisito de una capitalización (ajustada al capital que circula libremente en bolsa) media en el semestre, que supera el 0,3% de la media del Ibex.
Pero la clave para su entrada reside en su liquidez, el principal criterio que analiza el comité encargado de cuidar del índice. Su volumen de negociación en el último semestre la situaba como una candidata, junto a MásMóvil y Almirall. Ence movió 6,55 millones de euros al día de media, según datos de Bloomberg.
Su llegada coincide en el tiempo con la actualización de su plan estratégico para el periodo 2019-2023 al cumplir sus objetivos antes de lo previsto, que presentó el pasado mes de noviembre. Su estrategia ahora está centrada en aumentar y diversificar sus negocios de celulosa y energía renovable, para lo que dedicará una inversión de más de 1.000 millones de euros.
"Contar con un puesto entre las 35 empresas con mayor volumen de negociación en bolsa del país supone un importante paso para Ence de cara a la nueva etapa estratégica que afronta la compañía, así como el reconocimiento a la exitosa ejecución del Plan Estratégico 2016-2020 que hemos logrado finalizar con un año de antelación sobre los plazos que nos habíamos marcado", afirmó Ignacio Colmenares, CEO de Ence, tras conocer su incorporación al índice.
Salida ordenada
La entrada de Ence es la primera que se produce en el Ibex en los últimos dos años y medio sin un motivo extraordinario de por medio. Y es que Cie Automotive, Inmobiliaria Colonial y Meliá Hotels, los tres nuevos fichajes de los últimos años, se incluyeron después de que se produjeran tres salidas extraordinarias del índice que dejaron una plaza libre: las de Abertis (mayo de 2011), Popular (junio de 2017) y FCC (julio de 2016).
Sin embargo, en esta ocasión, los cuidadores del índice han decidido esperar hasta la revisión ordinaria de diciembre para anunciar la salida de Dia. Su exclusión no está motivada porque haya dejado de ser uno de los títulos más líquidos del mercado español. Lo sigue siendo. Pero aunque éste es el pilar fundamental en el que se basan las decisiones del comité, la capitalización es un motivo que puede derivar en una expulsión. Como en este caso.
Después de las últimas caídas, el valor en bolsa de Dia se reduce a poco más de 317 millones de euros, a cierre de ayer. Y si se analiza la capitalización media de la cadena entre principios de junio y finales de noviembre -el periodo que se estudia en la revisión-, las cuentas tampoco cuadran.
Su salida es solo una más de las consecuencias que han desatado los últimos acontecimientos: un profit warning, la suspensión del dividendo, los cambios en la cúpula directiva, la presión de los acreedores y proveedores ante el alto apalancamiento, un plan de ruta aún por presentar... Así, siete años después, Dia se despide del Ibex -y de la exposición que ello supone-, al que entró con un valor superior a los 2.400 millones de euros, en un momento en el que su prioridad es levantar una estrategia que convenza al mercado.