
Las turbulencias que han agitado el mercado durante las últimas semanas han provocado que distintas casas de análisis se hayan afanado en señalar cuáles son los riesgos que acechan al mercado. Desde máximos del año la bolsa de EEUU ha retrocedido un 7%, la de la Eurozona un 13% y la emergente un 23%. En este contexto, los expertos encuentran valor en la renta variable, pero también es necesario un catalizador que haga reaccionar al mercado y estos pueden funcionar en ambas direcciones.
"Que haya valor no es por si mismo un catalizador. También consideramos la evolución de los riesgos al alza y a la baja. Y algunos de los aspectos de mayor riesgo del mercado siguen siendo complejos. El momentum del mercado es débil y los diferenciales de crédito se han ampliado, lo que apunta a un mercado más vulnerable a la volatilidad y a las caídas", explica Mark Haefele, jefe de Inversión Global de UBS.
Tras muchos meses en los que la volatilidad se había mantenido en niveles históricamente bajos, ésta ha vuelto al mercado con fuerza. Aunque por debajo de los picos que se llegaron a alcanzar en el mes de febrero de este año, desde mediados de octubre el VIX ha oscilado entre los 15 y los 25 puntos, muy por encima de los niveles a los que los inversores ya se habían acostumbrado.
Son muchos los que afirman que la volatilidad es positiva para crear oportunidades de inversión, pero ¿cuáles son los detonantes que pueden hacer que el mercado se decida a retomar la tendencia alcista o que conviertan la corrección actual en un mercado bajista?
Los riesgos al alza
1.- Estímulos en China
El gigante asiático ha sido el causante de dos grandes sustos de mercado en los últimos años. En agosto de 2015 las dudas sobre la economía china y la devaluación del yuan provocaron un terremoto en las bolsas y en enero de 2016 la segunda devaluación de la divisa volvió a poner en jaque a los inversores.
Recientemente, el Banco Popular de China (PBOC) ha advertido sobre los rinocerontes grises -riesgos evidentes que son obviados- que pueden hacer descarrilar a su economía en un contexto de ralentización económica. Y es precisamente la esperanza de que el Gobierno se decida a estimular el crecimiento lo que puede animar a los inversores.
"Ha empezado a tener una aproximación proactiva hacia el crecimiento más lento. Está usando su política monetaria y fiscal para contrarrestar el efecto negativo de los aranceles de EEUU y está empezando a tener impacto", señalan en UBS. Así, recuerdan que "la fuerte caída en el crecimiento de la inversión en activos fijos está estabilizándose y los últimos datos de PMI han sido más positivos de lo esperado".
2.- Tregua en la guerra comercial
Las noticias sobre la guerra comercial -que principalmente se centra entre Estados Unidos y China- se han encargado de mover a los mercados desde hace meses entre rumores sobre conversaciones que han acabado en nada. Así las cosas, los analistas creen que las expectativas del mercado sobre un posible acuerdo son bastante débiles: "El encuentro del G20 en Buenos Aires a fin de mes puede ser un catalizador al alza, ya que el mercado parece esperar poco progreso en las negociaciones (…). Asignamos una probabilidad del 20% a un desenlace positivo para el mercado como un acuerdo temporal en el encuentro", señalan en la entidad helvética.
3.- El crecimiento en Europa
Este mismo mes se han conocido los datos de crecimiento de la eurozona en el tercer trimestre del año y estos no dejaron una lectura muy positiva. La economía de la región se expandió en un 0,2% entre julio y septiembre, el peor dato de los últimos 4 años y hace un par de días se conoció que el PIB alemán se contrajo en un 0,2%. Así las cosas, las expectativas sobre la salud de la región se han moderado sustancialmente durante los últimos meses.
"Aunque los datos macro se han debilitado, hay señales de que esto se debe a efectos puntuales como la introducción de nuevos test para los coches, lo que llevo a una caída de la producción de vehículos en Alemania. Si de verdad han sido razones puntuales las que han provocado el debilitamiento, todavía hay opciones de que el momentum económico sorprenda al alza en la primera mitad del próximo año", señalan en UBS.
Los riesgos a la baja
1.- Más subidas de tipos de la Fed
La Reserva Federal de Estados Unidos ya ha telegrafiado otra subida de tipos antes de que acabe el año y otras 3 más en 2019. El mercado sí que descuenta el alza del precio del dinero que resta este año pero aún está lejos de poner en precio las 3 del próximo año, por lo que si la Fed acelerase el ritmo podría hacer descarrilar a las bolsas.
"El mercado pone en precio una probabilidad de menos del 10% de que los tipos estén por encima del 3,25% a mediados del próximo año. Si el mercado laboral de EEUU llega a un punto de inflexión, provocando un aumento de los salarios mucho más rápido de lo esperado e incrementa la expectativa de inflación, pensamos que es posible que la Fed se vuelva más hawkish y suba tipos más rápido", señalan en UBS.
2.- Mayor tensión comercial
Si algo ha provocado la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos es volatilidad en la agenda política. La retórica empleada por el magnate y los aranceles lanzados principalmente contra China han puesto en alerta al mercado, por lo que un recrudecimiento de la situación podría acabar convirtiendo la corrección en un mercado bajista.
"Vemos una probabilidad del 30% de que si las conversaciones entre ambos países fallan Trump ponga aranceles a prácticamente todas las exportaciones Chinas a comienzos de año y eso sería mucho más disruptivo que lo que ha sucedido hasta ahora", señalan en UBS.