
En las últimas semanas no han sido pocas las voces que se han alzado apuntando al acercamiento de una recesión o, como poco, una desaceleración del crecimiento económico a uno y otro lado del Atlántico. Algunos de estos signos ya se han dejado ver en algunos indicadores de sentimiento y confianza, sobre todo, en el Viejo Continente, donde el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) se está ralentizando por debajo de los dos puntos porcentuales interanuales.
Tampoco favorece la tensión comercial que ha surgido en 2018 entre Estados Unidos y China y las diferencias latentes entre el Gobierno italiano y la Unión Europea. No obstante, centrando la atención en la que todavía es la principal economía del mundo, Estados Unidos, los datos son reveladores: el crecimiento es constante, el paro se sitúa en mínimos históricos, la inflación no se ha disparado y los salarios han comenzado a repuntar.
Este buen momento también se encuentra apoyado por los beneficios empresariales, que continúan ascendiendo trimestre tras trimestre permitiendo que la bolsa, pese al castigo sufrido en octubre, siga relativamente cerca de máximos históricos.
En este sentido, y con más de un 90% de resultados anunciados, el crecimiento de los beneficios de las compañías del S&P 500 se acerca al 27% con respecto al mismo periodo del año pasado, lo que supone el mayor ascenso desde el segundo trimestre de 2010, según los datos compilados por Bloomberg. "Ha sido la mejor temporada de los últimos 8 años", advierte Jason Martin, analista de Investing.com.
Por sectores, el ganador indiscutible está siendo el de petróleo y gas, cuyas compañías han doblado sus ganancias este trimestre, en concreto, las han aumentado un 125%. Por el contrario, los bienes de consumo ha sido la única industria que ha mostrado un crecimiento inferior al doble dígito, aunque se ha quedado cerca.
"Ya hemos dejado atrás el punto álgido de la temporada de publicación de resultados en Estados Unidos. La volatilidad inusitadamente elevada de los valores individuales tras las publicaciones representa un patrón que solo apareció, en fechas pasadas, durante puntos de inflexión macroeconómicos", explican desde la firma de inversión Lyxor.
Además, según esta casa de inversión, "los efectos de la reforma fiscal de Trump ya forman parte del pasado por lo que deducimos que el tejido corporativo estadounidense vuelve a navegar a velocidad de crucero. La proporción de resultados superiores a las expectativas, el tamaño de las sorpresas, las previsiones y las expectativas para los próximos años revirtieron, en su totalidad, hacia su media a largo plazo".
Desaceleración
Tras cuatro trimestres consecutivos en los que el incremento del beneficio por acción del S&P 500 ha sido mayor que el del periodo anterior, muchos expertos apuntan a que el mercado ha tocado techo en este sentido y que a partir de ahora hay que esperar crecimientos más tenues.
"El informe de resultados del tercer trimestre plantea ahora la cuestión de si hemos superado el pico de crecimiento de los beneficios", se preguntan desde Allianz Global Investors. "Es probable que así sea. Al fin y al cabo, las empresas reflejan el deterioro gradual de las condiciones reales: aumento de los salarios, subida de los aranceles, mayor incertidumbre política", arguyen desde la firma de inversión.
En la misma línea, Jason Martin cree que "se ha llegado a un techo teniendo en cuenta las estimaciones que hay para el último trimestre", añade. No obstante, "que los crecimientos no sigan ampliándose no implica que la bolsa no vaya a seguir ascendiendo", explica Martin. "En el primer trimestre de 1997, el cuarto de 2003 y el segundo de 2010 sucedió eso y los valores siguieron al alza", arguye.
"Lo que está claro es que, a pesar de la desaceleración, el aumento de los beneficios debería mantener el tipo en los próximos trimestres", estiman desde Allianz.
Por lo pronto, las estimaciones del consenso de analistas que recoge Bloomberg apuntan a que en el último trimestre de este año el crecimiento seguirá siendo considereble, de más de un 26% atendiendo al beneficio por acción del S&P 500. Ya para los primeros tres meses el ritmo cae hasta el 15% con respecto al primer cuarto de 2018.
"Seguimos creyendo que el riesgo de recesión en los próximos 12 meses es bajo", añaden desde Allianz. "El temor al crecimiento manifestado últimamente por los inversores en renta variable parece un poco prematuro, lo que abre la puerta a oportunidades a corto plazo para que los gestores activos aprovechen selectivamente las fuertes caídas de las cotizaciones", señalan en la firma.
Desde JP Morgan recuerdan, además, que vuelve a abrirse el periodo en el que las empresas pueden recomprar sus títulos y que, "después de las fuertes caídas producidas en el mes de octubre, es bastante probable que lo hagan atraídas por los precios bajos, lo que a su vez mejorará su beneficio por acción".
Se han batido las previsiones en casi un 7%
Según los datos que hasta ahora ha recogido Bloomberg, las empresas han sorprendido con sus ganancias en casi un 7%, algo que tampoco había pasado en los últimos 8 trimestres fiscales. "Cabe destacar que las acciones estadounidenses también mostraron un liderazgo sectorial más amplio, y la contribución de los valores cíclicos se equiparó, por una vez, con la de los valores tecnológicos", arguyen desde Lyxor. Por contra, también hubo grandes decepciones por parte de algunas de las grandes firmas de Wall Street. El más sonado fue el de Amazon, que pese a batir las expectativas, se dejó casi un 8% en bolsa al advertir de un posible descenso de ventas en Navidad.