
Tras conocerse la decisión del Tribunal Supremo, los inversores se lanzaron a comprar los ADR de Santander y BBVA. Estos títulos subían en torno a un 2% desde la zona en la que se movían en los momentos previos a que se conociese la decisión del Alto Tribunal.
Este ascenso, precisamente, coincide con el recorrido que tenían al alza ambas entidades hasta alcanzar el nivel al que cotizaban antes de que estallase el terremoto por el el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD).
Los ADR (American Depositary Receipt) son un título físico que respalda el depósito en un banco estadounidense de acciones de compañías cuyas sociedades fueron constituidas fuera de aquel país, de manera que se pueden comprar y vender las acciones de la compañía como si fueran de ese mercado, según destacan desde IG Markets.
El objetivo de estos instrumentos es crecer en otros mercados y permitir las colocaciones de otros instrumentos financieros con mayor facilidad, según dictan los expertos.
Desde los mínimos marcados durante esta crisis ambas entidades han experimentado una revalorización del entorno del 6%, apoyadas también por unos resultados que han sido más positivos de lo esperado. En todo caso, ambas entidades han sido las menos perjudicadas por la situación, por lo que las subidas en el caso de la banca doméstica podrían ser más fuertes.
Los bancos domésticos
Mientras, en el mercado extrabursátil (OTC, por sus siglas en inglés), los ADR de Sabadell subían un 16% y los de CaixaBank llegaban a hacerlo un 7,7%. Eso sí, estos mercados tienen una liquidez muy limitada y se tratan de mercados en los que se negocian instrumentos financieros sin la supervisión de un operador bursátil, con lo que estos movimientos podrían no ser muy fiables.