
El petróleo de tipo Brent, de referencia en Europa, vuelve a sufrir otro día más de descensos con una caída que supera el 3%. El barril cotiza por debajo de los 73 dólares la unidad, mínimos desde agosto de este año. Las turbulencias en los mercados financieros, un crecimiento global menos vigoroso y la creciente oferta están lastrando la cotización del oro negro.
Tanto el barril de West Texas como el de Brent cotizan con caídas importantes una jornada más. El barril de referencia en EEUU está corrigiendo un 2,5% hasta los 64 dólares por barril. De cerrar en rojo el día, ambos barriles acumularían cuatro jornadas a la baja.
En lo que va de semana, el petróleo acumula una caída que ya supera el 5%, mientras que la corrección general en el mes de octubre ha superado el 9%.
Hansen Ole, economista senior de Saxo Bank, explica en declaraciones a Reuters que "dado el nivel de producción, con Rusia bombeando fuerte, y EEUU y la OPEP también, mientras que el crecimiento de la demanda no termina de hacer su aparición otro mes más... todo ello hace indicar que vamos a volver al rengo de los 70-80 dólares por barril".
Apuestan a una caída
"Los inversores en petróleo están apostando por una caída potencial a nivel global", asegura Bruce Xue, analista en Huatai Great Wall Capital Management.
La volatilidad y las fuertes ventas en los mercados de renta variable en las últimas semanas, junto a la percepción de que la próxima recesión ya asoma la cabeza, están 'ensuciando' el buen inicio de mes que había tenido el petróleo.
En los primeros días del mes de octubre, el Brent llegó a superar los 86 dólares por barril, máximos desde octubre de 2014. Las sanciones a Irán, la menor producción de Venezuela o los problemas técnicos en EEUU para desplegar todo su potencial de producción habían elevado las expectativas del precio del crudo.
Sin embargo, todo esta lista de acontecimientos alcistas para el crudo se ha visto empañada por los problemas de crecimiento en la Eurozona, la fortaleza del dólar, las ventas masivas en los mercados de renta variable y las expectativas de un menor crecimiento en la economía global. Todo ello puede afectar de lleno a la demanda de petróleo en próximas fechas