
La última corrección del mercado, que se recrudeció al inicio de octubre al otro lado del Atlántico, ha sido solo un golpe más en la larga lista de topetazos que ha tenido que digerir el inversor por la banca de la Eurozona. En este descalabro no ha sido uno de los sectores que más ha sufrido, pero sí que es el que más cae en lo que va de año, más del 25%.
Este desplome ha sido mucho más violento que el de las estimaciones, lo que ha provocado que la industria cotice a un multiplicador de beneficio a 12 meses de 8,1 veces, su nivel más bajo desde el Brexit. Además, se compra con un descuento superior al 35% frente a su valor contable y la rentabilidad que ofrecen los pagos previstos para los próximos 12 meses supera el 5%.
"Los inversores parecen haber desistido con los bancos otra vez, lo que implica también descartar un ciclo de crecimiento extenso en Europa y que el BCE sea capaz de subir tipos. El flujo de noticias a corto plazo ha sido negativo, pero lo que descuenta el mercado es una apuesta importante y nosotros pensamos que es equivocada", apuntan en Citi.
Con todo, los analistas advierten de que el sector todavía no ha puesto en precio el peor escenario: durante los momentos más crudos de la crisis, la industria llegó a cotizar con una rebaja del 64% por valor contable y a un PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) de 5,3 veces.
"El incremento en el coste del capital que está aplicando el mercado aumenta el potencial al alza pero unos problemas geopolíticos y fiscales obvios en Italia, España y Turquía tienen a los bajistas vigilando", aseguran desde el equipo de UBS.
La banca española
En el caso concreto de la banca española, al vía crucis que atraviesa todo el sector por la tensión en Italia, la debilidad emergente y el retraso en la subida de tipos, se ha sumado la tormenta desatada por el impuesto de las hipotecas. A la espera de que el Tribunal Supremo dilucide el 5 de noviembre quién debe pagar la tasa y, en caso de que sean las entidades financieras, si la decisión tendría efectos retroactivos, el sector bancario español rendirá cuentas al mercado entre el 25 y el 31 de octubre.
Bankinter dará el pistoletazo de salida a una temporada de resultados en la que el mercado espera un aumento del 23% interanual en el beneficio del tercer trimestre, pero en la que el foco estará en los detalles que den los bancos sobre el impacto que podría tener la resolución en su cuenta de resultados.
El consenso espera que en el tercer trimestre del año las entidades hayan amasado un beneficio de 4.329 millones, un 22,7% más que los 3.529 millones que alcanzaron en el mismo periodo de 2017. El Santander y BBVA se llevarán la parte mollar de la mejora, ya que se esperan aumentos del beneficio del 32% y el 42%, respectivamente. Además, Liberbank colaborará si confirma que pasa de fuertes pérdidas en el mismo periodo de 2017 a 33 millones de euros de ganancias.
Así las cosas, el sector afronta la temporada de resultados un 31% por debajo de los máximos del último año. Con todo, parece difícil saber qué ha puesto en precio el mercado y todo apunta a que para saber si la reacción de los inversores ha sido excesiva habrá que esperar hasta que el Supremo comunique su decisión, si bien los analistas esperan que el sector pueda arrojar algo de luz al presentar resultados.
"Después de haber hablado con muchos bancos e inversores, no hemos logrado tener mucha visibilidad sobre las implicaciones de la situación (...). El consenso de los bancos es doble: cualquier ley nueva debería aplicarse solo a las nuevas hipotecas y en caso de que se impusiese la retroactividad debería limitarse a los últimos 4 años debido a la naturaleza fiscal de la discusión", apuntan desde UBS.
Los sectores cíclicos se llevan la peor parte
Durante esta corrección del mercado, la peor parte se la han llevado los sectores cíclicos. Las automovilísticas de la Eurozona han sufrido retrocesos del 16% desde el 3 de octubre. Asimismo, las infraestructuras y los recursos básicos corrigen en torno a un 12%.
"Las industrias cíclicas lo han empezado a hacer peor que las defensivas en todo el mundo desde que comenzaron las caídas de los índices. En nuestra opinión, esto refleja las preocupaciones sobre las perspectivas de crecimiento en Estados Unidos y China", explican desde Capital Economics. Por su parte, tras varios años con un comportamiento bursátil fatídico, las 'telecos' son las únicas que aguantan en positivo, con una subida del 1,3%.