Bolsa, mercados y cotizaciones

El S&P deja atrás su peor racha de recompras con la pólvora mojada

  • Pasará de utilizar 5.000 millones semanales en retribuir a 50.000 en noviembre
Foto: Getty.

En el ciclo alcista más prolongado de la historia del S&P -este agosto se batió el récord- y en uno de los que acumulan un porcentaje mayor de subida -desde marzo de 2009 se revaloriza un 308%-, los buybacks han sido uno de los principales pilares del extraordinario comportamiento del selectivo.

Sin embargo, en las últimas semanas el soporte que supone la compra de acciones propias se ha debilitado y es algo que se ha dejado sentir en los índices norteamericanos. La endeblez mostrada por la bolsa de EEUU ha coincidido con las fechas en las que los blackouts -periodos de inacción en mercados previo a las presentaciones de resultados impiden que las compañías desarrollen estos programas-.

Según datos de Goldman Sachs, antes del 5 de octubre el 86% de las empresas tenían restringidas las recompras de manera temporal. Esto ha provocado que el nivel de dinero destinado a repartir dividendos y hacer buybacks se haya hundido, pero el mercado afronta la recta final de este periodo y en noviembre las recompras experimentarán un fuerte impulso. Según los números de UBS, el dinero empleado por las cotizadas en repartir dividendos y adquirir acciones a mediados del mes de octubre era de poco más de 5.000 millones de dólares durante 5 sesiones, una cifra que se disparará por encima de los 50.000 millones en el pico de noviembre. "Esperamos una temporada de resultados positiva en octubre, una fuerte actividad de buybacks en noviembre y efectos estacionales positivos en diciembre", señalan en JP Morgan.

Así las cosas, el mercado se ha resentido en el momento en el que se retiraba un apoyo básico para el mercado: según cálculos de Goldman, en 2018 las firmas del S&P destinarán 770.000 millones a comprar títulos propios, el 29% del gasto total. Esto convierte el desembolso en buybacks en el más elevado, por encima de las inversiones, por primera vez en una década.

"La caída de la bolsa podría parecer una anécdota a primera vista. Sin embargo, el retroceso se ha producido en el periodo previo a la presentación de cuentas, cuando las recompras de acciones son suspendidas. Los buybacks han tenido un papel principal en el largo periodo alcista, ya que la expansión monetaria, la repatriación de dinero y las ventajas fiscales que ofrecen sobre los dividendos los han convertido en la fórmula principal para devolver dinero a los accionistas", señala Axel Botte, estratega de inversiones en Ostrum AM. Según explican en Raymond James, de manera habitual las cotizadas tienen la política de no comprar acciones durante el periodo de blackout, que comienza dos semanas antes de que acabe el trimestre y acaba dos días después de haber publicado sus cuentas.

Más volatilidad

Tras empezar el mes en el entorno de los 12 puntos, el Vix se ha disparado a partir del 5 de octubre, llegando a tocar los 25 puntos, el nivel más alto desde las turbulencias de febrero, algo que podría tener relación con la caída de los buyback. "Los retornos del índice durante los periodos en los que hay blackouts y los que no han estado en línea desde el 2000, pero la volatilidad del mercado tiende a ser más alta cuando los buybacks no están permitidos", resaltan desde Goldman Sachs.

Crecimientos del 20% en EEUU

Con la temporada de resultados ya en marcha al otro lado del Atlántico, el consenso espera que las compañías del S&P presenten un aumento del beneficio por acción del 20% en el tercer trimestre. "Esperamos que el sólido crecimiento de las ganancias se produzca por la expansión de márgenes, por el recorte en los impuestos, un fuerte aumento del consumo por el recorte de las tasas y por los efectos del estímulo fiscal y por el rebote desde la pequeña recesión industrial de los años 2015 y 2016", señalan desde Barclays.

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