
España es el país foráneo más expuesto al estado de rebeldía fiscal instaurada en Italia por el Gobierno de La Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas. El desafío del Ejecutivo a la rigidez presupuestaria de la Unión Europea ha vuelto a traer del recuerdo el fantasma de la crisis del euro de 2012 y ha llevado al mercado a vigilar con suspicacia a los bancos con más deuda del país en sus carteras y a los Estados más comprometidos en general.
Los bancos españolas son los más expuestos con 33.000 millones de bonos en sus carteras. A ellos hay que sumar, como recuerdan los analistas de Citi, otros 55.000 millones en créditos a empresas y en papel en manos de otros inversores.
El siguiente país más expuesto, según el banco de inversión norteamericano, es Francia -ver gráfico-, con 87.900 millones de euros en deuda italiana -27.600 millones aproximadamente son bonos que los bancos tienen en sus carteras-, el tercero Estados Unidos, con 78.800 millones, y el cuarto Alemania, con 54.800 millones -12.700 millones es deuda en manos de las entidades-. Los bancos italianos tienen más de 143.000 millones en bonos. En total y según los últimos datos de Eurostat, el 67% de toda la deuda pública italiana está en manos nacionales
Estas cifras sirven para medir el riesgo que implicaría un Italexit, o una reestructuración de la deuda o, incluso, para entender lo que significa la reciente escalada de la rentabilidad de las referencias del país.
El interés que ofrece el bono a 10 años (con la correspondiente caída de su precio) se ha incrementado cerca de 50 puntos básicos en 6 días, hasta alcanzar el 3,4%, situándose en zona de máximos de los últimos 4 años. Este repunte ha llevado a la prima de riesgo a superar, por momentos, los 300 puntos, techo al que no se había acercado desde 2013.