Varios altos cargos de la Unión Europea temen que Italia se vea obligada a afrontar una enorme reestructuración de deuda (que afectaría sobre todo a sus ciudadanos). Esta opción gana enteros a medida que la rentabilidad de los bonos sube ante los planes del Gobierno de Italia para incrementar el déficit en un claro desafío a las normas presupuestarias de Bruselas.
Según los últimos datos de Eurostat, el 67% de toda la deuda pública italiana está en manos nacionales: "Esto es una razón de peso para votar a favor de defender el valor de los ahorradores en lugar de devaluar y ayudar a los agentes endeudados", sostienen desde UBS. Sin embargo, los gobernadores actuales parecen estar muy lejos de esta perspectiva.
Sin dinero para rescatar a Italia
La deuda soberana de Italia que alcanza los 2,3 billones de euros empequeñece la crisis de Grecia, cuya deuda pública es de 322.000 millones de euros. En el caso de España, la deuda pública es de 1,160 billones de euros, según datos de Eurostat. Volviendo a Italia, el miedo es que el fondo de rescate de la zona euro podría no ser capaz de cubrir los costes para ayudar a su gobierno en una crisis. Cualquier crisis de este tipo podría amenazar al propio euro, visto por muchos como el mayor logro de la UE.

Desde el Brexit, los altos cargos de la UE dicen que han comprobado que la misericordia no les lleva a ninguna parte cuando lidian con gobiernos que buscan desafiar su autoridad. El gobierno populista de Roma aseguró la semana pasada que quería triplicar el plan de déficit presupuestario de 2019 de sus predecesores para fijarlo en el 2,4% del Producto Interior Bruto (PIB) y mantenerlo en ese nivel también en 2020 y 2021.
El lunes, el ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, presentó dicho plan ante el Eurogrupo, formado por los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona. "Cuando Tria habló sobre el plan de déficit de un 2,4% para los próximos tres años en el Eurogrupo, todos se quedaron con la boca abierta", asegura un alto cargo de la Eurozona. "El sentimiento era de que iba a ser una señal terrible".
El plan ayudaría a pagar las promesas electorales de los partidos que gobiernan en Italia, el Movimiento 5 Estrellas y La Liga, para reducir la edad de jubilación, bajar los impuestos, invertir en infraestructuras e impulsar el estado de bienestar.
El borrador incumple la normativa presupuestaria de la UE, que obligan a Italia, que tiene una ratio entre deuda y PIB del 132%, la segunda más alta de Europa por detrás de la de Grecia, a reducir la deuda cada año y convertir su déficit estructural en superávit.
Con un crecimiento económico del 1,2%, mientras que la Eurozona crece más de un 2,5% y países como España está creciendo al 2,5%, la reducción del ratio deuda sobre PIB parece imposible, algo que puede poner aún más nervioso a los mercados. Los planes de Italia también han disparado las preocupaciones sobre la capacidad de pago de deuda de Roma y el rendimiento de los bonos del Gobierno italiano ha subido hasta máximos de cuatro años y medio esta semana mientras los inversores venden. Los bonos italianos a 10 años están pagando más de un 3,3%, mientras que los bonos españoles ofrecen un interés del 1,56%. Se puede ver como el diferencial se ha estrechado con intensidad en los últimos tiempos por el miedo a las políticas fiscales italianas.

El aumento del interés de la deuda y las críticas de la Eurozona llevaron a Roma a sugerir que podría reducir su déficit en 2020 hasta un 2,2% y a un 2% en 2021. No obstante, eso no es suficiente, dijeron altos cargos, aunque los rendimientos cayeron como respuesta.
"La reacción positiva del mercado a la propuesta italiana para 2020 y 2021 es totalmente ridícula. Están desesperados por tener buenas noticias, pero eso significa que se hacen ilusiones", según un segundo alto cargo.
"La gente está subestimando la magnitud, la completa locura de este desvío. Y las suposiciones de crecimiento en Italia son absurdas. El crecimiento, especialmente con este Gobierno, no mejorará: empeorará", dijo este alto cargo.
Otro oficial confiesa a Reuters que "esto es algo grande, la reestructuración podría ser el camino final... si las cosas van mal, habrá que implementar una reestructuración, lo que podría diezmar los ahorros de una parte importante de los italianos".
"No estoy seguro si es esto lo que querían votar los italianos, pero a los que han votado para el Gobierno pueden hacer que esto ocurra", explica la fuente consultada por Reuters.