
El impacto que pueda tener la guerra comercial en el crecimiento mundial, las altas valoraciones que se ven tanto en activos de renta variable como en renta fija y los riesgos geopolíticos conforman un cóctel que puede acabar en indigestión para muchos inversores. De ahí que no sean pocos los que están optando por reducir el riesgo en sus carteras, y este miedo hacia lo que pueda deparar el mercado a corto plazo se está notando ya en las cuentas de las gestoras de activos.
Ayer, las acciones de DWS, la gestora de Deutsche Bank que empezó a cotizar en bolsa en el mes de marzo, llegaron a caer un 4,47% tras reconocer que tendrá problemas para alcanzar los objetivos en cuanto a flujos a fondos que se habían marcado para 2018, sobre todo teniendo en cuenta que cerró el segundo trimestre del año con salidas de dinero por valor de 4.900 millones de euros, a las que hay que sumar los flujos negativos de 7.800 millones con los que despidieron el primer trimestre del año. "Teniendo en cuenta factores como la volatilidad del mercado, el sentimiento de los inversores y las dinámicas sobre la reforma fiscal de EEUU, no creemos que sea posible compensar los reembolsos vistos en el primer semestre por lo que no es probable que consigamos el objetivo de suscripciones que nos habíamos marcado para 2018", afirmó la gestora.
Y no es la única que notará ese cambio del sentimiento del inversor en sus cuentas. De hecho, en las últimas semanas también BlackRock se ha hecho eco del impacto que puede llegar a tener en sus cuentas. La mayor gestora de fondos del mundo cerró el segundo trimestre del año con suscripciones netas por valor de 20.000 millones de dólares, lo que implica una caída del 65 por ciento con respecto a los 65.000 millones de entradas netas de dinero que tuvo en el primer trimestre del ejercicio y mínimos de los últimos dos años. Incluso el propio Larry Fink, CEO de la compañía, reconoció que el sector no pasa ahora por el mejor de sus momentos. "A pesar de la caída en los flujos que está teniendo la industria debido a la incertidumbre que tiene el inversor en el actual contexto de mercado, el diálogo que hemos manteniendo con nuestros clientes y las oportunidades que vemos para ofrecer soluciones a largo plazo son más fuertes que nunca", apuntó Fink en la presentación de resultados.
De momento, el consenso de analistas que recoge Factset apenas ha modificado sus previsiones de beneficios del sector de gestión de activos, ya que este año tan solo ha revisado a la baja en un 3% los beneficios que espera que consigan las 25 mayores gestoras cotizadas del mercado en 2018. Además, 21 de esas 25 grandes gestoras sigue contando con una recomendación de comprar sus títulos por parte del consenso, a pesar de que de media se dejan ya un 8% de su valor en bolsa en lo que va de año.