
El segundo semestre del año comenzó ayer con el mismo tono de incertidumbre con el que cerró la primera parte de 2018. Las tensiones por la guerra comercial que ha iniciado EEUU se han convertido en el caldo de cultivo para los inversores bajistas que aprovechan cualquier incertidumbre para lanzarse a vender y este fin de semana Alemania y México les han dado la excusa perfecta.
Los principales índices europeos moderaron la caída a lo largo de la sesión, aunque con los mínimos del año todavía en el punto de mira, después de corroborar la victoria del izquierdista Andrés Manuel López Obrador -AMLO- en México con la mitad de los votos y las tensiones desatadas en Berlín, que han puesto en peligro la coalición de gobierno liderada por Angela Merkel.
"No ha sido un buen comienzo de semestre", reconocía ayer Ole Hansen, responsable de materias primas de Saxo Bank, en declaraciones recogidas por Bloomberg, tras conocer, además, el mal dato de manufacturas en China, que hizo caer casi un 3% al CSI 300 y un 2,2% al Nikkei en la madrugada del lunes.
"Ayer se cumplieron siete días desde que los índices europeos perdieron soportes de corto plazo y abrieron la puerta a ver una caída hacia el suelo del año", asegura Joan Cabrero, responsable de estrategia de Ecotrader. Junto al Mib italiano, el Ibex 35 es el índice que se encuentra más próximo a sus mínimos del año (ver gráfico), en los 9.381 enteros, de los que le separa una caída adicional del 1,9%. Ayer cedió, finalmente, un 0,67% -hasta los 9.558 puntos-, dejando atrás ventas que le llevaron a perder un 1,86% a primera hora del lunes.
El EuroStoxx 50, que ayer retrocedió un 0,7%, mantiene una distancia del 2,8% respecto a su suelo, en el nivel de los 3.278 puntos. Y "el riesgo bajista", según Cabrero, "se mantendrá mientras las bolsas no sean capaces de recuperar resistencias de corto plazo que pasan por los 3.442 puntos del índice europeo; en el Dax, los 12.580, en el Ibex, el 9.800; o en el Nasdaq 100 americano, el nivel del 7.200".
Y atención porque desde Bankinter los expertos reconocen que "la festividad americana del 4 de julio permitirá que la inercia que tomen las bolsas -sea la que sea- se mantenga más fácilmente durante toda la semana", así que lo más importante "es no recibir más malas noticias", concluyen, y "bastará" para que el mercado recupere el equilibrio. A priori, el conflicto en el seno del Bundesbank se solucionará y no existe riesgo de una convocatoria adelantada de elecciones y, por otro lado, la victoria de López Obrador estaba más que descontada por el mercado. "Aunque su perfil populista pueda provocar incertidumbre, el hecho de que esté rodeado de un equipo de asesores que conoce bien los mercados debería limitar estos riesgos", aseguran los analistas de Renta 4.
Aún así, BBVA, para quien México es su primer mercado -el 35% de su beneficio provino de allí el primer trimestre del año-, protagonizó la segunda mayor caída del Ibex el lunes, al dejarse un 2,1%, aunque la sangría bajista llegó a alcanzar el 3,2% a primera hora de ayer. Detrás se encuentra la depreciación del peso mexicano, que le ha llevado a mínimos frente al euro y el dólar tras las nuevas caídas.