
En los últimos meses se han sucedido las noticias sobre fondos que, al alcanzar un patrimonio determinado, optaban por limitar las suscripciones tanto a nuevos partícipes como a los ya existentes. Una medida a la que han recurrido entre otras gestoras como Magallanes, con sus fondos Magallanes Iberian Equity y Magallanes Microcaps, o el mayor fondo de bolsa española, Santander Small Caps, gestionado por Lola Solana.
En el caso del fondo ibérico de Magallanes, se ha establecido que sus inversores "no podrán realizar suscripciones y cada nuevo inversor sólo podrá suscribir y mantener una participación, salvo en el caso de que se produzcan reembolsos que supongan una disminución del 5% del patrimonio en un plazo igual o inferior a 10 días", según afirmó en su día la gestora . Mientras que el fondo de Solana se estableció cuando el fondo alcanzó los 1.300 millones de euros que tanto los actuales inversores como los nuevos no podrán comprar más de una participación por orden. Es decir, un mismo partícipe podrá seguir comprando más de una participación pero siempre y cuando lo haga a través de diferentes órdenes. El objetivo es controlar el dinero que entra en el fondo y su liquidez para que no interfiera en la manera de gestionar de su gestora. Otras fórmulas que se han empleado en España para limitar el "éxito" de un producto son elevar la inversión mínima o establecer comisiones de suscripción.
Tanto la decisión de Magallanes como la de Santander AM se consideran en la jerga financiera "soft close" ya que en España la ley no permite el cierre total de un fondo ("hard close"). Esto es al menos de momento ya que según avanzó ayer Ángel Martínez Aldama, presidente de Inverco, en la presentación del Informe Smart ISH 2018 de Abante Asesores sobre gestores con talento, desde la asociación se ha trasladado al Ministerio de Economía que se permita a los fondos españoles realizar cierres totales cuando el gesto vea comprometida su labor de gestión por tener demasiado patrimonio, como ya sucede en el resto de mercados europeos. Y la propuesta, según explicó Aldama "ha sido bien recibida por Economía" .
¿Por qué es malo tener mucho patrimonio en un fondo?
De salir adelante esta idea, los gestores deberían explicar vía folleto en qué niveles considerarían el cierre de cada producto, según explican fuentes del mercado y beneficiaría sobre todo a gestoras con fondos muy nicho como pueden ser boutiques como Bestinver, Cobas AM o AzValor, quienes ya se han mostrado en algunas ocasiones incómodas con la posibilidad de crecer demasiado en productos que invierten en mercados pequeños como es el español. "Cerramos nuestros fondos cuando alcancemos un patrimonio de 2.500 millones", han afirmado desde AzValor, gestora que hoy cuenta con 1.835 millones de euros .
Y es que, aunque a priori el cierre de un producto financiero podría considerarse como algo negativo, lo cierto es que ha de ser interpretado de manera positiva en la mayoría de los casos ya que, según ha explicado Fernando Luque, editor en España de Morningstar, en alguna ocasión "muestra la alineación de los intereses del gestor con los partícipes y eso dice mucho de la filosofía del gestor con respecto a la estrategia". Es decir, permite al gestor limitar el dinero que quiere invertir en el fondo y preservar su estrategia. En caso contrario se vería obligado o bien a invertirlo en casi su totalidad independientemente de que lo considere o no acertado, o bien a variar su estrategia para dar más flexibilidad a su fondo y poder destinar ese excedente de patrimonio a otros activos.