
Con la Reserva Federal decidida a seguir encareciendo el precio del dinero y la administración Trump relajando la regulación financiera, los grandes bancos de Estados Unidos están dispuestos a agraciar a sus inversores con más dinero del capital que generan con sus negocios. Algo que no ocurría desde 2008 y que rebaja las defensas del sector ante una eventual hecatombe como la vivida hace una década.
Según señaló el Financial Times, los accionistas de las 22 entidades bancarias estadounidenses más importantes se verán recompensados con casi 170.000 millones de dólares en dividendos y recompras de acciones durante el próximo año, de acuerdo con datos cotejados por Barclays.
El banco central estadounidense se prepara esta semana para dar a conocer la primera ronda de resultados de sus pruebas de esfuerzo a la banca, una nota que juega un papel importante a la hora de planear las retribuciones de capital por parte de los principales bancos.
Los analistas de Goldman Sachs, Credit Suisse y Keefe, Bruyette & Woods aventuran que la media de los bancos sometidos a los conocidos como "test de estrés" obtendrá el visto bueno para entregar a sus inversores más capital que los beneficios registrados durante los próximos cuatro trimestres. Si bien algunas entidades ya han podido hacerlo en años anteriores, la industria en general no ha pagado más que sus beneficios desde 2007, según Barclays.
Estos planes de retribución suponen una mayor munición para los críticos que argumentan que los bancos deberían estar obligados a fortalecer los colchones de capital para evitar futuros rescates por parte de los contribuyentes. Sin embargo, se espera que los funcionarios de la Fed permitan mayores desembolsos este año no porque se hayan relajado sus pruebas sino porque se sienten cómodos con las posiciones de capital de los principales bancos.
De hecho, según señala el FT, la Fed ha endurecido su test este año, algo que pone de manifiesto que, a pesar de la agenda desreguladora de la administración Trump, el banco central de EEUU y principal supervisor de los grandes bancos, sigue imponiendo amplias restricciones a las entidades más importantes.
Los funcionarios han obligado a los bancos a contemplar un shock más severo del desempleo y del mercado inmobiliario en sus planes de devolución de capital, por ejemplo, lo que provocó que los analistas controlen las previsiones de retorno del capital.
Los expertos advierten que algunos bancos aún podrían verse afectados por las pruebas, que constan de dos partes una "cuantitativa" y otra "cualitativa", que incluye factores como la gestión de riesgos y la solidez del balance de las entidades analizadas.
La Fed tiene previsto publicar los resultados de la primera ronda de sus pruebas de resistencia el jueves, aunque la segunda ronda, la más importante, no se conocerá hasta la próxima semana, cuando los inversores sabrán cuánto capital podrán devolver los principales bancos del país.