Bolsa, mercados y cotizaciones

La caída de los valores del Ibex y la banca no enloquece a los gestores: compran, pero con cautela

  • Los bonos de deuda ofrecen pocas oportunidades, según voces del sector
Imagen: Getty

Las últimas caídas en la renta variable española han ofrecido la oportunidad de entrada en muchos valores. Eso sí, los profesionales apelan a la cautela a la hora de seleccionar los valores y elegir sólo aquellos en los que no existe un riesgo sobre su negocio. Los descensos actuales se diferencian de los de febrero, porque el origen es político y no económico, como entonces.

La volatilidad que ha generado esta semana la incertidumbre política en Italia y España ha provocado el desplome generalizado de muchos valores del Ibex y del sector bancario en particular hasta el jueves. Unas caídas que la mayoría de los gestores de bolsa española han aprovechado para comprar; eso sí, con mucha prudencia y de valores que ya tuvieran en el punto de mira.

Así lo cuentan Ricard Vidal y Albert Fayos, cogestores de EDM Inversión: "Estamos incrementando algunas posiciones en cartera, como es el caso de Prosegur Cash, Iberdrola o Colonial. Además, estamos monitorizando alguna compañía más", matizan.

Para aprovechar estos momentos de entrada, eso sí, "hay que haber realizado un análisis exhaustivo de las compañías para separar las que caen con razón, porque existe un riesgo latente que puede afectar a su negocio, de aquellas que caen porque baja el mercado en su conjunto", arguye Ricardo Cañete, de Bestinver. Y ese trabajo previo permite, según Lola Solana, de Santander AM, "atreverte a comprar cuando nadie compra", que es "la única forma de ganar dinero", recalca.

En cualquier caso, la opinión generalizada ha sido comprar compañías pequeñas y medianas. Así lo ha hecho Alfonso de Gregorio, de Trea AM, que se preparó hace días a lo que sobrevenía a los mercados de tres formas: "Aumentando la liquidez al 15-17%, saliendo del sector financiero, que ahora supone un 2% de su cartera, y derivando lo máximo posible a Portugal", comenta. También han picoteado valores concretos desde Ibercaja, Metagestión, Cobas, Magallanes y azValor.

Por su parte, Juan Llona, gestor de renta variable de Imantia Capital, confiesa que ha aprovechado "para aumentar pesos en, por ejemplo, Alba y FCC". Mientras que en Gesconsult han elevado la posición de títulos como Cellnex, Prosegur Cash, Lar, Ence y Miquel y Costas. Por su parte, José Ramón Iturriaga, de Abante Asesores, lo ha hecho en su caladero favorito: el sector financiero. "Básicamente, la asunción que hay que hacer a los niveles de valoración actuales de la banca es que los tipos de interés van a subir en algún momento", justifica el gestor.

Pero hay quien todavía guarda balas en la recámara para poder disparar si se presenta mejor oportunidad. Es el caso de Ángel Fresnillo, director de renta variable de Mutuactivos: "Todavía no hemos consumido la liquidez de la que disponemos", adelanta.

Las voces discordantes y más prudentes las sostienen Mirabaud y Solventis. "Nuestra posición ahora mismo es no comprar y esperar a ver cómo evoluciona la situación porque la incertidumbre es muy alta y no se descartan más caídas, lo que podría dar lugar a más oportunidades de compra", explica Gemma Hurtado, gestora de Mirabaud Equities Spain. Una visión que comparte Xavier Brun, de Solventis: "Las rebajas no han sido generalizadas, sino en activos concretos, por eso no hemos estado comprando bolsa española. De bajar un poco más aprovecharíamos para comprar buenos negocios españoles como Grifols, Rovi, Greenalia o Tubacex", argumenta.

Un trasfondo distinto

La situación actual nada se parece a la de febrero, cuando el miedo a una guerra comercial entre Estados Unidos y China azotó a los mercados. La actual "depende más de factores políticos que de económicos", tal y como explica Víctor Santiago, director de renta variable de Bankia Fondos, quien cree que "si la situación política se tranquiliza, las acciones que más han cedido (las financieras) serán las que más recuperen". El nexo de unión entre ambas situaciones es la alta volatilidad, con la diferencia de que en la situación actual "la incertidumbre y el resultado final puede impactar de manera más directa a las compañías", apunta Cañete.

A pesar de la bajada que se ha producido en los precios de la deuda pública, los gestores no descartan que la incertidumbre política pueda generar otras oportunidades de compra más interesantes que la actual. En términos generales, solo ven atractiva la parte corta de la deuda italiana y, en el caso de España, una oportunidad táctica de aprovechar un estrechamiento de 30-40 puntos.

Los bonos no convencen

Dos millones de inversores (que es el número de partícipes que, según Inverco, disponen de un fondo puro de renta fija) se han visto afectados por la mini crisis de deuda con epicentro en Italia, que por instantes recordó a la vivida por la periferia entre 2011 y 2012. Y eso, sin tener en cuenta los otros 33.000 millones que se encuentran invertidos directamente en bonos (el 1,6% de todo el ahorro financiero). En una sola sesión, el mercado pasó a exigir el triple de interés a la deuda transalpina a corto plazo. Lo que cotizó entonces fue el miedo, infundado para muchos, a una ruptura del euro, que pronto se contagió al resto de la deuda periférica, haciendo caer con fuerza sus precios. Sin embargo, son pocos los gestores que estiman con rotundidad que tales caídas son una oportunidad para comprar porque, como avisan, la volatilidad será una constante.

"Más allá de acuerdos que tranquilicen al mercado, el proceso será largo y, aunque momentos como el del martes sí puedan ser una oportunidad", estima David Ardura, director de gestión de Gesconsult, "hay que ser conscientes de que la volatilidad ha aumentado y las primas de riesgo se mantendrán más altas". La prueba de esa volatilidad es que el interés de la deuda pública europea termina la semana prácticamente en los mismos niveles que como la empezó, y en algunos casos incluso por debajo, lo que significa que muchos inversores sí han aprovechado para entrar. 

El precio de ambos sigue siendo más alto que en enero, lo que significa que aún generan ganancias en lo que va de año, del 1,2% en el caso del español y del 0,5% en el del portugués. No sucede lo mismo con el italiano, que cede un 5,6%.

Precisamente por esa volatilidad, que ha llevado al 92% de los fondos de renta fija a números rojos este año, Ardura no entraría en deuda italiana, aunque, si tuviera que elegir algo sí o sí, optaría por la parte corta de la curva, el 2 años. Su visión coincide con la de María Morales, responsable de gestión de renta fija de GVC Gaesco, quien recalca, eso sí, que aunque sí se haya podido ver una oportunidad, "el devenir político marcará en el medio plazo si ha sido la única o tendremos mejores puntos de entrada".

Donde sí han dado el paso de comprar esta referencia ha sido en Imantia: "Hemos incrementado la exposición a deuda pública italiana con plazos de dos años (al 2,30%), llevando la exposición al 7%", explica Enrique Lluva, subdirector de renta fija de la firma. "Vemos más recorrido a Italia que a España a los niveles actuales. No obstante, si la rentabilidad del diez años llega al 1,8% nos plantearíamos entrar", añade.

En opinión de Ardura, existe margen para que, en el caso de España, se produzca un estrechamiento de unos 30-40 puntos básicos más. "Vemos oportunidad, pero solo para jugar esa normalización de la prima de riesgo", apunta. A pesar de que el bono a 10 años sigue teniendo rentabilidades moderadas, como apunta Morales, de GVC Gaesco, "están alineadas con la fortaleza de la economía". Por ello, dice, las compras en las caídas por el mero contagio periférico seguramente sean una buena inversión, pero recuerda que estamos ya en "la antesala de la salida del programa de compras del Banco Central Europeo (BCE) y del inicio de subidas de tipos en Europa". En Mutuactivos, Emilio Ortíz, nuevo director de inversiones, explica que también mantienen su apuesta por la renta fija española, "que se ha comportado mejor porque el mercado ha entendido que nuestra situación es distinta a la de Italia".

Uno de los efectos de la inestabilidad política en Italia que descuentan los expertos, no obstante, es la posibilidad de que el BCE alargue el QE. Así lo estiman en UBS: "Creemos que ya es un hecho que lo extenderá otro trimestre".

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