
El PMI manufacturero de la zona euro en mayo se situó en 55,5 puntos, siete décimas inferior al mes de abril, y encadena cinco meses de caídas consecutivas desde los máximos de diciembre.
El crecimiento económico del sector manufacturero de la zona euro mostró nuevos indicios de ralentización en mayo. Los ritmos de expansión de la producción y de los nuevos pedidos se desaceleraron, y la creación de empleo y el aumento de los pedidos pendientes de realización también perdieron impulso.
"El sector manufacturero de la zona euro registró su expansión más débil de quince meses en mayo. Parte de la debilidad puede haber estado relacionada con un número de días festivos más alto de lo normal durante el mes, pero los riesgos parecen inclinarse hacia un crecimiento que se mantendrá tenue o incluso se ralentizará aún más en los próximos meses", indica Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, que se encarga de elaborar el índice.
Los precios en el bloque subieron en mayo a un ritmo más rápido de lo previsto, un 1,9% respecto al año anterior, según datos oficiales publicados el jueves, en línea con el objetivo del BCE.
Los precios más altos parecen haber perjudicado a la demanda, y el Índice Final de Gerentes de Compra manufacturero de mayo de IHS Markit cedió por quinto mes, bajando a un mínimo de 15 meses de 55,5 desde el 56,2% de abril, en línea con el dato adelantado. Cualquier dato por encima de 50 indica crecimiento.
Un índice que mide la producción, que alimenta un dato compuesto del PMI que se conocerá el martes y que se considera una guía del crecimiento económico, cayó a mínimos de 18 meses de 54,8 desde 56,2.
"Parte de la debilidad puede haber estado relacionada con un número de días festivos más alto de lo normal durante el mes, pero los riesgos parecen inclinarse hacia un crecimiento que se mantendrá tenue o incluso se ralentizará aún más en los próximos meses" dijo el analista.
"Hay indicios de que el periodo de debilidad aún no ha terminado", agregó.
El crecimiento de nuevos pedidos estaba en un mínimo de 19 meses, las tasas de contratación en mínimos de 14 meses, mientras que la carga de trabajo se creaba al menor ritmo desde septiembre de 2016.
Todo esto mermaba la confianza entre los gestores de las fábricas. El índice de producción futuro cayó a un mínimo de 20 meses de 62,2 desde 64,4.