
Tras llegar a subir un 0,7 por ciento durante los primeros compases de la sesión, el Ibex sufrió este viernes un nuevo traspié, después de que Ciudadanos anunciase que apoyaría una moción de censura para convocar elecciones anticipadas, en caso de que no fuese el propio Mariano Rajoy el que anunciase unos nuevos comicios. Éste ha sido solo un nuevo tropiezo político en un Ibex 35 que no logra acompañar los buenos datos macroeconómicos de los últimos años.
En concreto, el selectivo cedió un 1,7 por ciento al cierre de la sesión, acabando el día en los 9.826,5 puntos. Durante la jornada el indicador llegó a retroceder un 2,7 por ciento, si bien al final de la jornada el descenso se redujo. Con el enésimo tropiezo sufrido por el Ibex a consecuencia de la incertidumbre política, la bolsa española vive su peor momento frente a la eurozona desde noviembre. Desde el 1 de octubre la bolsa española se queda 3,2 puntos porcentuales por detrás de la europea, al retroceder un 5,4 por ciento, frente al 2,2 por ciento que se deja el índice europeo.
Y es que el selectivo español se ha visto arrastrado por Cataluña, por las próximas elecciones en México y Brasil, por la amenaza que supone el nuevo pacto de Gobierno en Italia y, ahora, por la incertidumbre política en España. De momento, los analistas no creen que estos movimientos puedan hacer descarrilar la economía o suponer un gran desafío para el euro, pero sí reconocen que la presión sobre la bolsa y la renta fija del país no se aflojará fácilmente.
"El fuerte crecimiento económico y los bajos tipos de interés asegurarán que el déficit continuará cayendo. Pero la unión de la incertidumbre por el nuevo gobierno en Italia y una posible crisis gubernamental en España deberían contribuir a un aumento de las primas de riesgo exigidas dentro de la eurozona", explican desde Commerz-bank.
"Dado el aumento del populismo en Italia, el incremento en la incertidumbre política en España parece preocupante. Y aunque esta situación probablemente mantenga a los inversores al margen, pesamos que unas elecciones podrían fortalecer la economía en el medio plazo", señalan, por su parte, en Capital Economics.
Por técnico, Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, explica que estos descensos abren la puerta a una caída del 5 por ciento, hasta los mínimos del año marcados en los 9.327 puntos -ver páginas 2 y 3 de Ecobolsa-. Al cierre del viernes, el selectivo se quedó a un 8 por ciento de los altos del año.
En lo que va de este ejercicio, el índice español retrocede un 2,2 por ciento, lo que le sitúa como la gran plaza más bajista del Viejo Continente, un puesto que compartía con Alemania hasta la jornada del jueves. A pesar de la tensión vivida en mercado durante la jornada de ayer, la caída final se quedó en el 1,7 por ciento, el cuarto mayor retroceso en lo que va de año.
Banca y eléctricas pagan
Durante la sesión, las eléctricas y los bancos fueron los que se llevaron la peor parte, copando las mayores caídas en el índice español de referencia. Las utilities se dejaban un 2,9 por ciento de media. Por su parte, las entidades financieras cedían un 2,7 por ciento. Y es que la jornada del viernes rompió la tendencia de ambos sectores, que hasta ahora se movían en dirección contraria en función de las previsiones sobre una posible subida de tipos en la eurozona, que beneficia a la banca y perjudica a la industria eléctrica por su endeudamiento y su carácter defensivo.
En el caso de la banca, CaixaBank fue quien se llevó la peor parte, al retroceder un 3,8 por ciento. Mientras, el Santander, Bankia, Bankinter y BBVA se dejaban entre un 2,4 por ciento y un 2,8 por ciento. Finalmente, Sabadell -que había sido el banco más castigado en las últimas sesiones por su enorme cartera de deuda italiana- perdía un 1,8 por ciento. En el caso de las eléctricas, Gas Natural fue la más castigada, con un descenso que roza el 3,3 por ciento. Mientras, el resto de compañías del sector cedieron entre el 2,3 y el 3,1 por ciento.
Estos movimientos han profundizado el daño que han venido sufriendo ambos sectores desde que comenzaron las turbulencias políticas. Desde el 1 de octubre solo dos representantes de las utilities -Gas Natural y Endesa- y uno de la banca -Bankinter- se mantienen en verde. Con todo, la caída ha sido mucho más virulenta para la banca. Eliminando a Bankinter de la ecuación, las entidades financieras del Ibex 35 caen casi un 13 por ciento de media desde esa fecha, frente al 5,4 por ciento que cede el selectivo.
A pesar de que, en un primer momento, los mercados del resto de Europa reaccionaron con tranquilidad a las noticias políticas en España, los índices de la eurozona vieron cómo sus ganancias se disolvían, especialmente en el caso de los países periféricos. En concreto, el FTSE Mib italiano se dejaba al acabar la sesión un 1,4 por ciento, reduciendo su ganancia anual al 2,6 por ciento. Mientras, el PSI 20 portugués cedía un 0,9 por ciento, con lo que su ganancia en el año se reducía al 4 por ciento.
El EuroStoxx 50 pasó de llegar a acumular una subida del 0,9 por ciento a sufrir un retroceso del 0,2 por ciento. El Cac francés vio como sus ganancias del 0,8 por ciento se convertían en un descenso del 0,1 por ciento. Por su parte, el Dax germano era el único que aguantaba en positivo, si bien la subida del 1,15 por ciento inicial se quedó en el 0,65 por ciento.
Por su parte, el euro retomaba las caídas frente al dólar en medio del incremento de la inestabilidad política. Al cierre de esta edición la divisa común retrocedía un 0,5 por ciento frente al dólar, situándose por debajo de los 1,17 billetes verdes, su nivel más bajo desde noviembre del pasado ejercicio y una caída del 6,8 por ciento desde máximos.