
El 15 de septiembre de 2008 está marcado en el calendario de los inversores de todo el mundo con números rojos. La caída de Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de EEUU, supuso la primera pieza de un dominó que desencadenó la mayor crisis financiera desde el crack del 29. El cierre del tercer trimestre de aquel año fue la última vez que la bolsa italiana pesó más que la española por capitalización -unos 5.500 millones de euros más-hasta ahora. A cierre de ayer el valor del mercado español se situó en los 696.800 millones de euros frente a los 693.711 millones de la italiana, apenas 3.513 millones.
Una brecha que en los primeros meses de 2006, año y medio antes de la crisis, ascendía a 123.300 millones de euros a favor de Italia. Y es que 2008 marcó un antes y un después en el devenir de los mercados. No en vano el Ibex cerró el peor ejercicio bursátil de su historia, con una caída de un 39,43%. Un descenso que en el caso del Footsie italiano fue aún mayor, de un 49,53%.
En el año 2010 la crisis financiera mutó en una crisis de deuda que obligó a Irlanda, Grecia y Portugal a pedir el rescate a la Unión Europea, y un año más tarde, a salvar el sistema bancario español, lo que también lastró los avances de las bolsas de la zona euro. Hubo que esperar hasta el 26 de julio de 2012, cuando el presidente del BCE, Mario Draghi, pronunció su famosa frase asegurando que haría todo lo posible para salvar al euro para ver un punto de inflexión, especialmente para los índices español e italiano, los más bancarizados del continente.
Hasta mediados del año 2013 la capitalización de la bolsa española se mantuvo por debajo de los 500.000 millones de euros y el hueco con Italia llegó a ampliarse hasta los 120.000 millones. Sin embargo, la máxima diferencia se produjo a cierre de 2014, cuando ésta aumentó hasta casi 140.000 millones de euros.
2017, punto de inflexión
Casi una década después, los parqués del Viejo Continente han venido recuperándose a un ritmo distinto al de Wall Street, que ha triplicado su tamaño en casi una década. La bolsa española es la que menos ha crecido de los grandes índices, mientras que Italia casi ha duplicado su tamaño y Alemania es el rey por capitalización, seguido de Reino Unido y Francia.
No fue hasta mediados del año pasado cuando empezó a soplar el viento de cara para Italia. En agosto, el selectivo transalpino arrebató el trono alcista al Ibex en un momento en el que España empezaba a descolgarse del resto de Europa a cuenta de la crisis independentista por Cataluña. Desde que se anunció la fecha del referéndum ilegal el 9 de junio, a bolsa española mantiene abierto un diferencial con el EuroStoxx 50 en los 7 puntos porcentuales, y que llegó a ser de 9 puntos.
Desde entonces, la progresión de la bolsa italiana ha sido imparable pese a no tener gobierno dos meses después de celebrar elecciones generales, ni previsión de tenerlo. Tras despedir 2017 como el mercado más alcista del continente después de anotarse un 13,6% -casi el doble que el Ibex, que avanzó un 7,4%-, fue la única plaza que preservó las ganancias del año durante la correción de febrero en Wall Street y las caídas que se produjeron después por la amenaza a una guerra comercial entre EEUU y China. El Ftse Mib se anota un 10% desde la cita electoral y en lo que va de año sube un 10,5%.
El empuje de la bolsa trasalpina se explica gracias a su sector bancario. Según los analistas, el BCE ha tenido unos criterios más laxos de lo esperado en la contabilización de créditos dudosos, lo que le ha llevado a ganar tiempo que le ha dado ventaja en términos de rentabilidad, a la espera de que la anunciada subida de los tipos de interés empuje también los beneficios del sector. De hecho, si se atiende a las firmas más capitalizadas de ambos países, mientras que las tres compañías más grandes de España retroceden en el año entre un 2,6 y un 9,5%, las tres grandes trasalpinas suben entre un 3,7 y un 16,8% (ver gráfico).
Un mercado que va por libre
La situación de Italia es atípica. Mientras que las principales plazas europeas ponen rumbo a los máximos del año, y en caso de superarse, tienen como objetivo los altos 2015, por técnico el Ftse Mib no cuenta con referencias. Ayer cerró en los 24.064 puntos, para los expertos de Ecotrader, la superación de la resistencia en los 24.600 enteros abriría un potencial al alza hasta los 44.000 puntos, los máximos de 2007. "Hasta ahí hay un potencial de subida del 80%, que puede parecer un sueño pero que técnicamente ganaría muchos enteros si se cumple esa premisa alcista", señala Joan Cabrero, director de Ecotrader.