
El banco estadounidense ha publicado un informe en el que explica el impacto que tendría en la bolsa y en el PIB de Estados Unidos un bono a 10 años con una rentabilidad del 4,5% antes del final de 2018. Los resultados no son halagüeños: la bolsa perdería un cuarto de su precio, mientras que el PIB sería 0,55 puntos porcentuales en 2018 menor de lo previsto, y 0,90 puntos porcentuales en 2019. Eso sí, es una hipótesis poco probable, ya que Goldman espera que el bono acabe el año en el 3,25%.
El susto que ha dado el rápido incremento en las rentabilidades de la deuda estadounidense -y alemana- a la bolsa ha puesto en el punto de mira a la renta fija del gigante norteamericano. Si continuarán o no las ventas, y a qué ritmo podrían hacerlo, ha pasado a ser un tema central para la bolsa, algo que ha podido llevar a Goldman Sachs a estresar al máximo el escenario posible.
El banco cree que el bono estadounidense con vencimiento a 10 años, que ahora mantiene una rentabilidad del 2,85%, terminará el año en el 3,25%, al experimentar una "subida gradual". Sin embargo, la entidad plantea, en un informe publicado el 24 de febrero, la hipótesis de que la rentabilidad se dispare hasta el 4,5% este año, y usando un modelo macroeconómico que utiliza la Reserva Federal estadounidense, aventura el impacto que tendría para la bolsa y el crecimiento económico del país.
Según la entidad, "un incremento de la rentabilidad hasta el 4,5% causaría un frenazo agudo en el crecimiento, pero no una recesión". En concreto, el avance del PIB se frenaría en 2018 desde el 2,8% previsto actualmente por Goldman, hasta el 2,25%. Para 2019 también tendría un efecto negativo, quedando el PIB con un avance del 1%, frente al 1,9% previsto actualmente.
Para la bolsa del país, supondría un "descenso de entre el 20% y el 25% en los precios". Esto supondría una caída del Dow Jones hasta perder los 20.000 puntos, desde los 25.646 puntos en los que se mueve actualmente.