
A partir del año 2025 se podrán rescatar las inversiones de más de 10 años que se tengan en planes de pensiones independientemente de que se esté o no jubilado, pero los expertos coinciden en que es mejor esperar al retiro antes de recurrir al ahorro en pensiones y no solo para no perturbar el carácter finalista del producto, sino también porque supone un ahorro fiscal.
La época en la que había que esperar a estar jubilado para rescatar el dinero invertido en el plan de pensiones es historia. Mejor dicho, lo será en el año 2025 ya que el Consejo de Ministros aprobó hace una semana un Real Decreto que, entre otras cosas, dice que todo aquel que en 2025 tenga aportaciones en planes de pensiones con una antigüedad de al menos diez años podrá rescatar ese ahorro para cualquier causa. Desde el Gobierno dicen que esta dotación de liquidez se hace para impulsar el ahorro en pensiones por parte de los inversores más jóvenes -hoy según Inverco solo el 17 por ciento de los partícipes tiene menos de 40 años- y desde Inverco creen que puede que funcione, pero eso no impide que critiquen también la medida ya que temen que esa ventana de liquidez que se abrirá en 7 años acabe provocando una fuga de dinero de los planes de pensiones. "El importe susceptible de rescates serían 61.000 millones, que es el patrimonio con el que contaban los planes de pensiones en 2015 pero creemos que no habrá muchos planes de empleo que vayan a dar la opción de liquidez por lo que el dinero susceptible de ser rescatado se quedaría en 40.000 millones de euros", afirma Ángel Martínez Aldama, presidente de Inverco.
El temor no es infundado y tampoco exclusivo de Inverco. Jaime Sol, socio responsable del área de PAS (People Advisory Services) de EY, recuerda que en Reino Unido también se enfrentaron a fuertes reembolsos en planes de pensiones en el año 2015 cuando se aprobó una medida similar. "La diferencia de lo que se aprobó en Reino Unido y lo que se ha hecho aquí es que allí se permitió hacer líquido el ahorro solo a los mayores de 55 años y se calcula que en los 12 meses siguientes se sacaron 8.200 millones de libras del sistema por parte de 1,3 millones de empleados, que rescataron total o parcialmente su dinero. Creemos que en España puede producirse una situación similar", afirma.
Que se cumpla este temor del sector dependerá mucho de la situación del mercado en ese 2025 ya que lo previsible es que si es un mal año de mercado se rescate más dinero que si es un ejercicio alcista -de hecho, el peor año en aportaciones netas a planes de pensiones fue en 2012 con el mercado haciendo su suelo-. También dependerá de la situación personal de cada inversor aunque la recomendación de los expertos pasa más porque, en caso de que no se necesite ese ahorro, se trate de esperar a la jubilación antes de recurrir a él ya que esa espera puede implicar un gran ahorro desde el punto de vista fiscal, sobre todo si el rescate se realiza en forma de capital, como se hace en el 50 por ciento de los casos. "Si rescatas el dinero antes de jubilarte vas a tener que pagar más impuestos porque la pensión en la mayoría de los casos suele ser inferior al salario ya que hay que sumar lo que rescatas a tu renta del trabajo", afirma Paula Satrústegui, directora de asesoramiento patrimonial de Abante Asesores. Y es que conviene recordar que, a diferencia de otros productos de ahorro, los rescates en planes de pensiones tributan como rentas de trabajo y, por tanto, a tipos que van desde el 19 por ciento al 45 por ciento y no como rendimientos del ahorro, con tipos de entre el 19 y el 23 por ciento, a pesar de que una de las reclamaciones históricas del sector es que en el momento del rescate se diferencie fiscalmente la parte del capital y la parte del trabajo.
A mayor sueldo, mayor penalización
Para entender por qué puede ser fiscalmente peor rescatar un plan de pensiones cuando aún se está trabajando desde Abante ponen un ejemplo que se basa en un inversor de 43 años a día de hoy, que cobra brutos 30.000 euros, que en 2015 tenía acumulados 10.000 euros en su plan de pensiones y que ha seguido aportando 3.000 euros anuales a su plan de pensiones. "Si ese inversor rescata esos 10.000 euros de golpe en 2025 pagará un 30 por ciento por lo que ingresará 6.997 euros de esos 10.000 que rescata; mientras que si espera a la jubilación pagará por cada euro un 28 por ciento e ingresará 7.154 euros". Es decir, se ahorra 157 euros. Pero esta diferencia puede ir a a más a medida que el salario es mayor, ya que si el rescate lo hace alguien que cobre 60.000 euros tributará a un tipo del 45 por ciento mientras que si se espera a rescatarlo una vez cobre ya la pensión de jubilación y estimando que ésta sea la máxima permitida, se sumará el rescate a los 36.031,80 que como mucho se pueden cobrar en España como pensión pública, lo que reduce mucho el tipo que se aplicaría y por tanto los impuestos a pagar.