Bolsa, mercados y cotizaciones

Las petroleras europeas arrancan 2018 con mejoras de un 6% en las previsiones

Foto: Archivo

A pesar de que el arranque del año fue positivo para el petróleo, llegando a superar los 70 dólares por barril por primera vez desde 2014, el descarrilamiento de los mercados en el mes de febrero ha arrastrado la cotización del crudo y de las firmas del sector. Sin embargo, esta debilidad no se ha contagiado a las expectativas de beneficio de la industria. Desde el arranque del año las previsiones de ganancias netas de las petroleras del Viejo Continente han crecido un 6,4% de cara a 2018 y un 2,4% para el próximo ejercicio.

En concreto, el consenso ha pasado de esperar un beneficio conjunto de las grandes petroleras de la región de 42.637 millones de euros en 2018 a 45.358 millones. Esta mejora en un entorno en el que el precio del crudo cae un 4,5% en el año se explica por los buenos resultados presentados por las compañías y porque las estimaciones se habían quedado rezagadas.

"El sector está disfrutando de un momentum de beneficios sólido", resaltan desde Credit Suisse. Y, según los cálculos de la entidad helvética, las mejoras podrían continuar, puesto que "la relación entre el precio del petróleo y del beneficio por acción insinuaba en el arranque del año una mejora del 11% de las estimaciones para el sector en Europa".

Mejoras generalizadas

En lo que va de año todas las compañías del segmento han visto como los expertos mejoraban las expectativas sobre sus ganancias, si bien la estrella ha sido la noruega Statoil, con una mejora del 17%. Le siguen la austriaca OMV y la italiana Eni, con subidas del entorno del 10%. Por contra, Repsol se queda a la cola con un alza de solo el 1%, si bien es cierto que a lo largo de 2017 fue una de las firmas para la que más mejoraron las perspectivas.

La principal clave para que las compañías hayan logrado ser rentables con un petróleo en un precio mucho más bajo es que la industria se ha apretado el cinturón. Según los cálculos de RBC, hace 3 años el sector necesitaba un crudo en 97 dólares para alcanzar su breakeven (umbral de rentabilidad) y para este año esta cifra se queda en 50 dólares. De hecho, con el petróleo promediando un precio de 54 dólares durante 2017, todas las compañías petroleras europeas generaron flujos de caja libre y beneficios.

Más retribución

Esta situación permitirá, en opinión de los analistas, que las firmas del sector mejoren unas políticas de retribución que ya son atractivas: la rentabilidad por dividendo esperada para la industria es del 5,4%. "Esperamos que durante las actualizaciones de los planes en febrero y marzo las compañías confirmen que sus niveles de breakeven siguen situándose cada vez más bajos al tiempo que mantienen una disciplina de costes. Esto debería permitirles ser más positivos en las expectativas de eliminar los scrip y retomar las recompras de acciones", señalan en Macquarie. En esta misma línea, desde UBS resaltan que "el perfil de generación de caja del sector en Europa será el mejor que en cualquier momento desde el estallido de la crisis económica. Y esperamos que una gran proporción de esta caja sea destinada a los inversores".

En este contexto, los tres gigantes -BP, Total y Royal Dutch Shell- han presentado sus cuentas y lo han hecho sorprendiendo al alza en su beneficio y también dando señales positivas sobre su retribución. La primera ha retomado su programa de recompra de acciones, la francesa ha incrementado el dividendo y la angloholandesa lo ha mantenido, cuando el consenso esperaba un tímido recorte.

"Todos los ciclos previos han demostrado que, al final, los precios de las commodities y los costes de la industria encuentran un nuevo equilibrio para que los nuevos proyectos pueden continuar y las grandes compañías puedan mantener sus dividendos", señalan desde Morgan Stanley.

De acuerdo con las estimaciones actuales del consenso, las grandes firmas del sector repartirán más de 33.000 millones de euros con cargo a los resultados de 2018, lo que supone un 74% del beneficio estimado de cara a ese año.

En el caso de Repsol, con las ganancias estimadas para 2018 su payout se quedaría en el 56%, uno de los más bajos de la industria. La petrolera ya ha confirmado que propondrá un cambio en su política de retribución, que probablemente pasará por realizar buybacks que permitan compensar en parte la dilución que generan los pagos en papelitos. "Esperamos en la presentación de resultados [que se celebrará el 28 de febrero] más detalles sobre la retribución. Prevemos que anuncie una recompra que al menos compense el 50% de la dilución que genera el scrip", señalan los analistas de Macquarie.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky