
"Rentabilidades pasadas no justifican rentabilidades futuras. Conocen esta frase, ¿verdad? Pues ahora puede ser más significativa que nunca", señaló ayer Marc Seidner, el responsable de las inversiones no tradicionales de Pimco, una de las seis cabezas que dirigen a la firma, que se mantiene entre los mayores inversores del planeta, si no el que más, en renta fija.
El experto analizó ayer en un encuentro con prensa la situación actual del mercado, y los retos a los que se enfrenta el inversor en este momento. Para él, una de las claves que hay que vigilar es el posible cambio que puede producirse en las correlaciones, la forma en la que los diferentes activos se mueven, unos respecto de los otros. "Ahora la posibilidad de que las correlaciones hayan cambiado está encima de la mesa".
Para él, lo que ha ocurrido en Wall Street en el arranque de la semana es representativo de ello: "Es un reflejo de este cambio". Se refiere al hecho de que la renta variable y la renta fija se estén moviendo de la mano, con fuertes ventas al otro lado del Atlántico en ambas clases de activos durante las dos primeras jornadas de la semana. Lo habitual es que uno recoja, al menos, parte de las ventas que se producen en el otro.
Prudente optimismo
El experto repasó la situación actual de los mercados, destacando las claves que considera más importantes, y los grandes retos a los que se enfrenta el inversor. Además del cambio en las correlaciones que creen que puede producirse, e incluso teniendo en cuenta que sus perspetivas de crecimiento e inflación "son muy similares a las del año pasado", estimando un avance general en el mundo entero, el analista destaca qué aspectos preocupan a la gestora.
El primero de ellos tiene que ver con la política monetaria: "Nos genera incertidumbre, porque no tenemos referentes en el pasado para poder analizarlo. Llevamos 9 años con tipos extraordinariamente bajos, con programas de compras de bonos... No hay ningún periodo comparable, y por lo tanto es muy complicado analizar las reacciones de los mercados", destacó Seidner.
Otra fuente de preocupación llega de la mano de la política fiscal: "Después de 8 años de crecimiento, casi con pleno empleo en Estados Unidos, la reforma fiscal de Trump va a crear algo más de crecimiento". Sin embargo, las valoraciones son elevadas en Wall Street, y no descarta que "pueda ser similar a un subidón de azúcar, tras el cual luego llega un bajón".
La tercera amenaza más importante es "el riesgo de que se dispare la inflación". Sneider explica que es "un factor de riesgo que los mercados no están descontando". ¿Qué la haría subir? "Que se restablezca la curva de Phillips", el indicador que relaciona el desempleo con la inflación. Ahora, con el primero en el 4,1% en el país, señala que la correlación parece "haberse roto, pero si se restablece, la inflación volverá".
Como riesgos menores añade que el inversor tiene que tener cuidado con la volatilidad que estamos viendo en el mercado de divisas, la posibilidad de que se deteriore el comercio mundial y, por último, los riesgos geopolíticos, en zonas como Corea del Norte u Oriente Medio.