
ACS es una de las compañías del mercado español que sigue retribuyendo a sus accionistas bajo la fórmula del scrip dividend o pago en acciones. Con este método, las empresas tienen que realizar una ampliación liberada en la que se asigna un derecho por cada acción, aumentando el número de acciones en circulación, por lo que dependiendo de la opción que escoja, el inversor puede ver diluida su participación.
El scrip dividend ha sido una tabla de salvación para aquellas empresas que no generaban el suficiente beneficio para mantener sus retribuciones pero no querían recortarlas o eliminarlas. Eso sí, hay algunas empresas que recurren a la amortización de títulos, es decir, su eliminación, para evitar la dilución. Una opción que lleva a cabo ACS.
Las opciones para cobrar
Con el pago en papelitos los inversores tienen tres opciones: vender los derechos a ACS y recibir un importe en efectivo (es el más parecido al dividendo de toda la vida), vender los derechos en el mercado o recibir nuevas acciones.
En este sentido, la constructora ya ha dado a conocer los detalles de su próximo dividendo. Lo primero que hay que tener en cuenta es que todos aquellos que quieran participar en el dividendo de ACS tienen hasta el cierre de la sesión de hoy para contar con títulos que tengan derecho a ese pago. En segundo lugar, el lunes 22 comenzará el periodo de negociación de los derechos en el mercado, o lo que es lo mismo cuando se pueden comprar y vender, y arrancará el plazo para solicitar el pago en efectivo, que terminará el 30 de enero. Cuatro sesiones después, es decir, el 5 de febrero, concluirá el periodo de negociación de los derechos.
Ya el 7 de febrero aquellos que hayan optado por el efectivo recibirán 0,449 euros brutos (implican una rentabilidad del 1,3%) que se quedarán en 0,364 euros tras la retención del 19% que se aplica por ser considerado Renta del Ahorro. Si por el contrario el accionista decide vender los derechos en el mercado, no sabe a qué precio va a poder colocarlos, ya que al cotizar el valor varía constantemente.
Esta es la opción de las tres disponibles que más cambios fiscales ha sufrido y, por tanto, ha perdido mayor atractivo. Desde el 1 de enero de 2017 las ventas de los derechos en el mercado tributan en las rentas del ahorro, por lo que conllevan una retención del 19%, al igual que el cobro en efectivo.
Por lo tanto, con esta modificación el inversor ya no puede diferir el pago al fisco, ya que antes el importe de la venta de esos derechos se descontaba del precio de adquisición de las acciones y sólo se consideraba ganancia patrimonial en caso de que el precio de venta fuese mayor al valor de compra.
Por último, el inversor tiene la posibilidad de recibir nuevas acciones. En este caso, para obtener una nueva acción, son necesarios 75 derechos de asignación gratuita. Si esta es la opción elegida, no habrá que pagar impuestos hasta que se vendan los títulos. ACS espera que sea el 19 de febrero cuando comiencen a cotizar las nuevas acciones. Según los datos de Bloomberg, este será el undécimo dividendo que ACS reparte en scrip, ya que comenzó en julio de 2012.