Bolsa, mercados y cotizaciones

Los riesgos acechan a la economía global: suenan alarmas de complacencia

  • "El perfil de riesgo-demanda se está deteriorando poco a poco"
  • La creación de puestos de trabajo en EEUU podría haber tocado techo
Foto de archivo

La expansión de la economía global lleva en marcha durante los últimos ocho años y debería continuar este año y el que viene. Un crecimiento que en 2017 alcanzó un nivel de sincronización cuyo impulso se dejó notar en el precio de muchos activos y sobre todo en las subidas experimentadas por la renta variable, no sólo en Estados Unidos sino en en el resto del mundo. Sin embargo, aprovechando los primeros compases de 2018, los expertos alertan sobre la posible complacencia que se acomoda entre los inversores. Tanto Citigroup, como Pacific Investment Management Co (Pimco) o Wells Fargo Securities, por mencionar algunos, avisan a sus clientes sobre los posibles riesgos que se ciernen en el horizonte.

"Es demasiado pronto para observar un fin del mercado alcista en los activos de riesgo pero el perfil de riesgo-demanda se está deteriorando a medida que la rentabilidad toca techo y la volatilidad comienza a subir", señala Mark Schofield, de Citi. "Los gestores deben tener en cuenta en qué parte del ciclo nos encontramos y que vendrá después, el contexto actual no puede durar para siempre", señala.

Por su parte, Joachim Fels, de Pimco, considera que el crecimiento en la creación de puestos de trabajo en EEUU podría haber tocado techo, lo que sería una señal clara de que nos acercamos al final del ciclo de negocio. Al mismo tiempo, la posibilidad de que la inflación se dispare se postula como un riesgo implícito. "Los bancos centrales parecen más ansiosos que nunca por comenzar a reducir sus balances. Liderados por la Reserva Federal, la marea de la política monetaria mundial está cambiando y cuando la marea baje podríamos encontrarnos nadando desnudos", señala.

Desde Morgan Stanley, su estratega jefe, Mike Wilson, indica que la renta variable ha comenzado ya su fase de "euforia" tras ocho años y medio de subidas, lo que normalmente suele indicar que al rally sólo le queda "una pierna". Por su parte, Jay Hatzius, economista jefe de Goldman recalcó en un informe a sus clientes que "los tipos subirán mucho más rápido y alcanzarán un nivel más elevado que el actualmente reflejado por la Fed".

Jay H. Bryson, economista global de Wells Fargo Securities, considera que la economía global ha crecido a un ritmo del 3,5% entre 2012 y 2016 y se mantendrá en estos niveles tanto este año como el que viene. Aún así advierte que algunos factores indican que existen riesgos asociados con estas proyecciones. "El mundo está más apalancado a día de hoy que en 2008", manifiesta, señalando como el ratio de deuda con respecto al PIB de la deuda pública en 2008 en los países avanzados se mantenía por debajo del 70% y actualmente supera el 100%.

"Mientras las tasas de interés no aumenten significativamente, las dificultades para costear esta deuda no parecen muy probables", avisa advirtiendo eso sí que "una inflación más alta de lo esperado podría generar un ritmo más agresivo de endurecimiento monetario por parte de la Fed".

Esto tendría consecuencias globales. Al mismo tiempo, no descarta un posible movimiento desordenado en el mercado de bonos del gobierno estadounidense a medida que aumenta la emisión de bonos del Tesoro y los precios de las acciones en algunos países se encarecen de forma notable. Tampoco hay que perder de vista los posibles riesgos que puedan derivarse del lado geopolítico.

Aún así, desde Wells Fargo esperan que la expansión económica mundial permanezca intacta en el futuro a corto plazo. Dicho esto, y para curarse en salud, Bryson y su equipo parafrasean el eslogan no oficial del sistema del metro londinense, aquello del mind the gap, y recomiendan a sus clientes que "tengan en cuenta los riesgos a la hora de tomar decisiones".

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