
Banco do Brasil y Previ, que controlan el 47,55% de la empresa que no está en manos de la firma española, no han aceptado el rango de precios que se le ofrecía: entre 15,02 y 18,52 reales brasileños por cada acción, una cantidad que las dos firmas vendedoras han considerado insuficiente.
Según fuentes del mercado, el que hubiese hasta 9 bancos involucrados en la operación ha terminado haciendo que los precios de la colocación se redujesen demasiado, ya que pretendían situarla muy atractiva para atraer a los compradores. Además, también hay que tener en cuenta la fuerte competencia que hay actualmente en Brasil por las salidas a bolsa, con hasta 8 operaciones de este tipo todavía pendientes de materializarse.
Así, para las dos empresas vendedoras -Iberdrola no vendía sus acciones, que empezarían a cotizar en el mercado brasileño-, este rango de precios no era suficiente para satisfacer sus intereses.
La operación estaba planificada para este mes de diciembre, después de retrasarse en octubre, cuando estaba pensado en un inicio que la compañía saliese al mercado. Ahora, el problema es que si la venta se retrasa hasta marzo o abril, primero debería volver a auditar sus cuentas, y esto podría desembocar en un rango de precios diferente.
Además, tampoco hay que olvidar que el año que viene hay elecciones presidenciales en Brasil, un evento que también podría cambiar algo el contexto en el que se haga la operación. En principio, las elecciones están previstas para el 7 de octubre de 2018.
La mala noticia no afectó a la cotización de la firma española el viernes, que, pocas horas después de la apertura de bolsa europea, era la cuarta firma más alcista del Ibex 35, con un avance del 0,75%.