
El Eco30 Stoxx, el primer índice de bolsa mundial lanzado por un medio de comunicación (elEconomista en 2013), que recoge una selección de los 30 mejores valores que un inversor particular puede comprar en las principales plazas financieras de todo el mundo, está cerca de cerrar un nuevo año exitoso, con una rentabilidad del 10,3% a menos de un mes para que acabe 2017.
El mérito de lograr una rentabilidad de doble dígito es especialmente importante este ejercicio, ya que el indicador se calcula en euros y su composición actual, que los lectores de elEconomista podrán conocer el próximo sábado 16, cuenta con 13 firmas con pasaporte estadounidense -12 en el primer semestre- mientras que el dólar se ha depreciado en torno a un 11% frente a la divisa comunitaria este ejercicio.
Pero no sólo el dólar ha soplado de cara al Eco30, puesto que también hay cinco firmas británicas -la libra ha caído cerca de un 3%-, dos canadienses -el euro se ha apreciado un 7% contra su dólar- y cuatro del mercado japonés, el cual ha visto cómo su divisa -el yen- ha cedido también terreno al euro este año reduciéndose su valor más de un 7%.
Con independencia del comportamiento de las divisas, el objetivo del índice (que se construye a través de criterios fundamentales, elaborados por elEconomista, utilizando datos de análisis fundamental de FactSet, y está calculado por la bolsa alemana -por eso forma parte de la familia de índices de Stoxx-) es permitir al pequeño inversor acceder a una selección de valores que sistemáticamente batan a la bolsa europea y estadounidense.
A punto de cumplir cinco años desde que empezó a auditarse como un índice, el selectivo acumula una rentabilidad del 88%. Esta cifra cobra valor si se compara con las bolsas mundiales ya que supera la evolución de los principales indicadores internacionales como el Stoxx 600, el S&P 500 o el MSCI World Index, que avanzan el 38%, el 84% y el 53% respectivamente en el mismo periodo -ver gráfico-.
Con el Eco30, elEconomista ha seguido cimentando su objetivo de democratizar la inversión en España, como ya lo venía haciendo con el Eco10 Stoxx, el índice de ideas de inversión de calidad de la bolsa española que bate al Ibex 35 en más de 11 años de vida en casi 40 puntos de rentabilidad. Con el Eco30 y el Eco10, elEconomista se ha sumado a la lista de medios de comunicación que han tratado de aportar más información sobre la actividad de los mercados bursátiles mediante la creación de índices, y lo hace intentando desbrozar dónde hay algo más de rentabilidad sobre el propio mercado. De hecho, varios de los indicadores más conocidos y seguidos del mundo han sido promovidos por las principales publicaciones especializadas en información económica y financiera. Tras el estadounidense Dow Jones, el británico Footsie 100 o el japonés Nikkei 225, respectivamente, aparecen diarios económicos de la talla del Wall Street Journal, Financial Times y Nihon Keizai Shimbun.
Criterios de entrada
Para poder ser miembros del Eco30, las compañías deben superar los 5.000 millones de euros de capitalización, tener unos excelentes fundamentales, recibir un claro consejo de compra por parte de los bancos de inversión que las siguen, cotizar en un mercado ya maduro, como son los norteamericanos, los europeos y el japonés -éste acotado a cuatro entidades, al igual que el canadiense-, de forma que los títulos sean accesibles a los inversores.
Asimismo, con el fin de limitar los riesgos sectoriales, se optó por fijar un máximo de cuatro representantes por actividad en el Eco30. El resto de filtros resulta de un algoritmo en el que se contabiliza el incremento del beneficio esperado, el PER -veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción-, la evolución en bolsa del último año, el potencial alcista y la rentabilidad por dividendo, en relación a la media de sus respectivos sectores y a la media global.
En la última revisión, la del pasado mes de junio, se incluyeron valores como Micron Technology, que avanza un 90% en el año, Nintendo, que se anota más de un 80%, o Amundi, la cual se ha revalorizado en torno a un 50% desde enero.
Así se formó una cartera que, de media, ofrecía un 17% de potencial alcista, una rentabilidad por dividendo del 2,45% y se compraba a un PER de 9,5 veces.