
Laure Rovet Peyranne, directora comercial de Amundi ETF, Indexados y Smart Beta para Iberia y Latam, ilustra los puntos fuertes de los ETFs de renta fija en el contexto actual de mercado.
La creciente popularidad de los ETFs (fondos cotizados) ya no es noticia. Son una herramienta cada vez más utilizada, especialmente para invertir en bolsa. Sin embargo, un inversor en búsqueda de la necesaria diversificación de su cartera también puede aprovechar las ventajas de este producto en otros mercados, como en el de renta fija.
De hecho, los datos también muestran que esta opción está en auge. Según datos de Bloomberg, el año pasado fue el primero en el que la entrada de dinero en ETFs de renta fija en Europa superó a las de los 'tradicionales' ETFs de bolsa. Aunque éstos han vuelto a las carteras de los inversores, los ETFs de renta fija siguen siendo populares, con una entrada neta de 18.000 millones de euros en los primeros seis meses de este año.
La evolución del uso de este tipo de instrumentos es desde luego alcista: hoy en día casi dos tercios de los inversores en ETFs incluyen en sus carteras fondos ligados a la renta fija, cuando hace una década "apenas lo hacía el 7%", según el 10º Informe EDHEC sobre ETF y Smart Beta, publicado en junio 2017.
Hemos hablado sobre este tema con Laure Rovet Peyranne (directora comercial de Amundi ETF, Indexados y Smart Beta para Iberia y Latam):
¿Por qué invertir en bonos a través de ETFs?
La inversión en bonos puede parecer similar a las acciones: simplemente escoger uno o varios e incluirlos en la cartera. Pero en realidad, tiene mayores barreras de entrada, empezando porque no cotizan en mercados abiertos como la renta variable, sino que lo hacen en los mercados OTC.
Además, por un lado hay una gran complejidad en los instrumentos de renta fija, con muy diferentes parámetros, vencimientos, etc. que pueden modificar sustancialmente los retornos del inversor. Por otro lado, seleccionar los bonos más líquidos puede implicar mayores costes de transacción, afectando por lo tanto a la rentabilidad.
Precisamente, los ETFs de renta fija ofrecen una solución a algunos de estos problemas: ofrecen una forma más barata de lograr exposición a los bonos en un producto cotizado con liquidez similar a la de las acciones.
Un mercado en evolución
En los últimos años, los ETFs de renta fija han evolucionado adaptándose a la nueva normalidad de tipos bajos, explica Rovet Peyranne; y ahora a las expectativas de subidas de tipos. Han tenido además que adaptarse a nuevas necesidades, como la búsqueda de rentabilidad y diversificación, controlando al mismo tiempo los riesgos.
Respondiendo a la necesidad de maximizar el rendimiento potencial cabe mencionar por ejemplo un ETF que invierte en bonos de empresas con calificación crediticia BBB. Este nivel es el más bajo de los considerados como "grado de inversión", pero ofrece también los rendimientos potenciales más altos. Para protegerse de una posible subida de tipos, el inversor puede optar por vencimientos cortos.
Otra opción serían los ETFs de bonos flotantes (Floating Rate Notes), cuyos rendimientos se mueven en tándem a los tipos de interés de referencia de EEUU. Así, el inversor que apueste por un endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal puede fijarse en este tipo de productos, que también ofrece versiones con cobertura de divisas.
Por último, también está la posibilidad de apostar por índices globales para reducir el riesgo de concentración. Esto es especialmente interesante para inversores que buscan diversificación por encima de todo. Un ejemplo es el Bloomberg Barclays Global Aggregate 500M Index, que contiene alrededor de 14.000 bonos de amplio espectro y de diferentes países. Invertir en un ETF que siga a un índice de bonos tiene la ventaja de tener una exposición diversificada con mucho menor coste que la inversión en diferentes instrumentos de renta fija por separado.
En resumen, el rápido desarrollo del mercado de ETFs en Europa permite hoy en día invertir de manera simple en renta fija con una amplia gama de ETFs que se ajuste a las necesidades de cada. Y todo ello a bajo coste.