
Este mes de octubre se cumplirá un año desde que Telefónica decidió transformar su política de retribución al accionista. Pocos meses después de coger el timón de la presidencia del grupo, José María Álvarez-Pallete se enfrentó al problema que suponía mantener un alto dividendo, que se tornaba insostenible con el beneficio de la compañía si se quería volver a pagar todo en metálico. Para no dilatar esta situación, Álvarez-Pallete optó por recortar el dividendo de forma inmediata y poder acabar así con el pago en acciones que ejecutaba a través de ampliaciones de capital dilutivas para muchos inversores -el conocido como scrip dividend-.
Un año después, la situación es claramente más holgada. Telefónica rebajó la retribución desde 0,75 hasta 0,55 euros en 2016, y hasta 0,40 euros para 2017. Estas cifras permiten que el beneficio neto que se come el dividendo -este porcentaje es el pay out- se sitúe en un nivel mucho más cómodo para seguir reduciendo deuda y para tener margen de subirlo a futuro.
La distribución del dividendo supondría repartir un 56% del beneficio previsto por los bancos de inversión para este año. De no haberlo recortado, necesitaría más de lo que ganaría para repartir toda la retribución anterior (0,75 euros) en metálico. El porcentaje incluso bajaría al 50 si la teleco mantiene los mismos pagos en 2018 y se cumplen las expectativas. Para entonces se espera un crecimiento de las ganancias cercano al 12%. De hecho, con esta mejora, las previsiones que recoge Bloomberg apuntan a un incremento del dividendo del 5% o, hasta 0,60 euros.
El aumento tiene todo el sentido ya que el pay out se reduciría por debajo del 42% de cara 2020, por lo que queda un colchón para que el dividendo recortado pueda elevarse en los próximos años.
De momento, los 0,40 euros comprometidos para entregar con los beneficios de este año, suponen una rentabilidad del 4,4%. El primero de los dos pagos que se abonarán con cargo a los resultados de este año será en el próximo mes de diciembre. Telefónica confirmó en mayo el abono de 0,20 euros por acción para el 14 de diciembre, con el que se puede obtener un rendimiento del 2,2%.
Todo después de que las acciones de la teleco hayan subido en bolsa 4,2% desde comienzos de 2017. El título acabó la semana en los 9,19 euros, un nivel semejante al que cotizaba cuando a finales de octubre anunció el cambio en la política de retribución al accionista. En los últimos doce meses, eso sí, llegó a retroceder un 15,9% en diciembre de 2016, hasta los 7,70 euros, y a alcanzar un máximo anual de 10,6 euros en el mes de marzo.
La compañía comunicó el recorte del dividendo el día en el que presentaba los resultados del tercer trimestre del año. Fue un 26 de octubre, la misma fecha que está confirmada para que publique las cuentas de los nueve primeros meses de 2017. Según el consenso de mercado, debería anunciar un aumento de beneficio del 19%, hasta los 2.650 millones.