
Cuando el 12 de septiembre Apple presentó sus nuevos productos, inicialmente la reacción del mercado fue positiva, llegando a subir un 1,5%, para acabar cerrando con ligeras caídas la sesión. Y es que el buque insignia de Apple no ha convencido ni al mercado ni a los consumidores.
Desde el cierre del 11 de septiembre, los títulos de la compañía de la manzana acumulan una caída del 5%, lo que supone quedarse rezagados en 5,5 puntos porcentuales frente al comportamiento del mercado -el S&P 500 sube algo más de un 0,5% desde entonces-. Este viernes 22 de septiembre comenzará a comercializarse uno de los principales productos -el iPhone 8- y las perspectivas no son muy halagüeñas.
El volumen de pedidos en Estados Unidos para el iPhone 8 ha caído por debajo de los del iPhone 7 y el iPhone 6, según informó Jun Zhang, analista de Rosenblatt Securities, en una nota a sus clientes recogida por Bloomberg. El nuevo iPhone se le atraganta a los proveedores europeos de Apple.
Es más, el experto advertía de que "la demanda en China es aún más baja". Este sería un duro varapalo para Apple, ya que está sufriendo la competencia feroz de los competidores en el gigante asiático, lo que le ha hecho convertirse en la quinta marca que más terminales vende en el país.
Según explica el analista, las reservas de móviles en la web china JD.com durante los primeros 3 días fueron de 1,5 millones de unidades, una cifra que contrasta con los 3,5 millones de reservas que se realizaron en el mismo periodo con el iPhone 7.
Durante las últimas semanas la recomendación de la compañía ha sufrido un deterioro sensible, lo que le ha llevado a tener uno de sus peores consejos desde hace algo más de dos años, si bien es cierto que sigue conservando la recomendación de compra.
A la espera del iPhone X
En cualquier caso, todos estos datos no son concluyentes toda vez que habrá que esperar a la reacción al iPhone X. El modelo no se podrá comprar hasta noviembre y su precio será más elevado que el e su hermano menor -al menos 999 dólares, frente a los 699 dólares del iPhone 8-.
"Entendamos que estos datos no reflejan el ciclo de este modelo, ya que todavía no se ha comercializado el iPhone X, pero nos preocupa", explican en Rosenblatt, donde temen que "la cadena de producción de este modelo no pueda hacer frente a la demanda en el último trimestre de 2017 y el primero de 2018".
Los títulos de la compañía han experimentado una subida del 33% en lo que va de año, lo que ha llevado a la compañía a alcanzar un valor bursátil que roza los 800.000 millones de dólares (unos 670.000 millones de euros).