El primer susto estival, protagonizado la semana pasada por el enfrentamiento entre Estados Unidos y Corea del Norte, no logra empañar el buen año de mercado para la renta variable, con ganancias que alcanzan el 12,9% en el caso del Ftse Mib italiano, el más alcista del Viejo Continente (el Ibex gana un 12,08%). Un contexto en el que las sociedades de inversión de capital variable (más conocidas como sicavs), se han quedado rezagadas por su inversión en deuda: de media, solo suben un 2,5% desde enero, según los datos que ofrece Morningstar.
Las instituciones de inversión colectiva (donde se engloban las sicavs, además de los fondos de inversión) tienen, de media, el 58% de su cartera en renta fija y solo el 11% en renta variable, de acuerdo a los datos de Inverco. Con una asignación tan alta a la deuda, "difícilmente se podrán alcanzar rentabilidades muy elevadas", reconocen fuentes del mercado que prefieren no ser citadas. Sobre todo después de las declaraciones de Mario Draghi, presidente del BCE, en Sintra, en las que dejó entrever la posibilidad de una retirada de estímulos progresiva en Europa. "Los diferenciales de la deuda periférica podrían ampliarse a medida que el BCE vaya recortando paulatinamente su programa de compras de deuda", aseguran desde Robeco, con las consiguientes pérdidas que esto generaría a los inversores, ya que la rentabilidad sube por caídas del precio.
En realidad, el dato encaja con el perfil conservador que siempre ha tenido el inversor español. "Podríamos decir que más que un inversor es un ahorrador que, hasta ahora, ha utilizado el depósito como producto financiero para gestionar sus ahorros (tanto a corto como a largo plazo) y, por tanto, no está acostumbrado a perder dinero", asegura Mar Barrero, analista de Profim.
Quién es la cara y la cruz
Pero siempre hay excepciones. De hecho, si se atiende a los datos de Morningstar, el 5% de los accionistas de sicavs logran rentabilidades superiores al 8% o en lo que va de año, los equivalentes a 159 vehículos (un 5% del total). Todos ellos con la mayor parte de su cartera en bolsa. La sexta mejor de las casi 3.000 que hay en España es una sociedad conocida para la industria: se llama Lierde y es la sicav en la que César Alierta, expresidente de Telefónica, invierte parte de su patrimonio personal junto a otros inversores.
En concreto, este vehículo reúne a 1.258 particulares según Morningstar y gana un 15,54% en 2017. Un resultado que, además, logra con un patrimonio de 296 millones de euros, en comparación con los menos de 40 millones que atesoran sus comparables por rentabilidad. Lierde, gestionada por Juan Uguet y Carlos Val Carreres, tiene el cien por cien en bolsa y, normalmente, unas 50-60 compañías. Según su último informe, Cancom, Realia, S&T, Lar España y Devoteam son sus mayores posiciones.
Le sigue La Muza Inversiones, gestionada por Luis Urquijo y que canaliza parte de la fortuna de la familia de banqueros que fundó a finales del siglo XIX el Banco Urquijo. Sube un 13,05% en el año y tiene el 97 por ciento de su cartera en bolsa. CAF, Europac y Gestamp son los valores que más pesan en su cartera, según la CNMV.
Son las únicas famosas que consiguen un alza de doble dígito en el año y eso que, al estar relacionadas a conocidos apellidos del empresariado español, siempre han sido una referencia para muchos inversores a la hora de gestionar sus ahorros.
Entre los vehículos conocidos, el otro lado de la moneda lo representa el vehículo de José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona. Cartera Kefren pierde un 0,66% en el año y, según los datos de la CNMV, mantiene una fuerte apuesta en deuda a través de otras Instituciones de Inversión Colectiva. Por su parte, Inversiones Naira, de Juan Abelló, sube solo un 1,82% e invierte un 84 por ciento en fondos y un 5% en bolsa. Mientras Allocation, de Joaquín del Pino, gana solo un 1,90% con el 40% de su cartera en otros fondos.