
El año 2016 arrancó para las bolsas europeas con fuertes caídas que llevaron al EuroStoxx 50 a ceder un 18% hasta mediados de febrero y al Ibex 35 a desplomarse un 20% en el mismo periodo. Estos descensos estuvieron provocados por las noticias sobre la devaluación del yuan combinadas con el temor a una debilidad de su economía y la amenaza de los bajos precios del crudo.
Esto desencadenó una espantada de flujos en los fondos de renta variable europea. De acuerdo con los datos recopilados por Credit Suisse -ver gráfico- aproximadamente los inversores americanos retiraron 20.000 millones de dólares (casi 17.000 millones de euros) y también salieron otros 21.000 millones de dólares (casi 17.800 millones de euros) en fondos con sede en otros países de mundo.
La renta variable del Viejo Continente aún no se ha recuperado de esta espantada y los inversores estadounidenses son los más reticentes a volver. Solo un 31% de las salidas de dinero norteamericanas de 2016 ha vuelto a Europa. Por contra, el 88% del volumen de salidas del resto del mundo han vuelto a la región, siempre según los datos de la entidad helvética. En conjunto, 63 dólares de cada 100 que huyeron de la bolsa de Europa continental el año pasado han vuelto.
"Después de que 2016 fuese un año récord de salidas de dinero en la bolsa europea, los flujos se estabilizaron entre noviembre y marzo. Y después de la primera ronda de las elecciones francesas las entradas subieron rápidamente", explican en Morgan Stanley.
Cuándo volverán
En los últimos meses una de las preguntas que siguen vigentes entre los inversores es si Europa puede volver a comportarse mejor que Estados Unidos. Desde diciembre del año pasado hasta comienzos de mayo la bolsa europea experimentó una revalorización del 21,5%, batiendo en 11 puntos porcentuales el ascenso del Dow Jones y en 12 puntos la subida registrada por el S&P 500.
Desde ese momento la tendencia se ha invertido y los dos grandes índices al otro lado del Atlántico suben a doble dígito en lo que va de 2017, mientras que el EuroStoxx 50 se eleva solo un 6,5%.
En este contexto, los analistas consideran que será necesario que los inversores extranjeros continúen volviendo al Viejo Continente para continuar con la subida. "Diríamos que las perspectivas para la bolsa europea son ahora mucho más sólidas de lo que eran en 2015 -cuando se produjo el anterior pico de flujos- y, por lo tanto, el volumen de entradas acumulado debería situarse por encima de este nivel", explican desde Credit Suisse.
Esta teoría se ha visto apoyada por los últimos datos macroeconómicos de la eurozona, cuyo PIB aumentó un 2,1% en el segundo trimestre del año, el mayor ritmo desde el año 2011. Precisamente, el BCE ha tenido que aumentar dos veces este año sus perspectivas de crecimiento para el bloque -en marzo y en junio- y espera que la economía de la eurozona acelere este año un 1,9% y el que viene un 1,8%.
De acuerdo con los datos de Morgan Stanley, a lo largo del año 2015 entraron un total de 126.000 millones de dólares (107.000 millones de euros) en renta variable europea, unos flujos aún muy alejados de los actuales. "Aunque las entradas han mejorado rápido en los últimos meses, el reposicionamiento acumulado en favor de Europa todavía parece modesto comparado con 2015, que fue el último periodo en el que hubo un optimismo significativo hacia la región".
Las valoraciones
Desde que los beneficios tocaron sus máximos entre 2007 y 2008, las compañías europeas se han mostrado incapaces de seguir el ritmo de las norteamericanas y volver a estos niveles. De acuerdo con los datos recopilados por UBS, el beneficio por acción del Viejo Continente se encuentra en torno a un 25% por debajo, en contraste con el 30% por encima que logra Estados Unidos.
"Uno de los potenciales al alza con los que cuenta la región es el aumento de los flujos de entrada", inciden desde Morgan Stanley.
Sin embargo, desde la entidad norteamericana advierten de que "si viésemos un reposicionamiento a favor de Europa de la magnitud del que se vio hace dos años, esto podría llevar las valoraciones hasta un nivel excesivamente alto".
Actualmente, el PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) a 12 meses del EuroStoxx 50 se sitúa en las 15 veces, lo que supone una prima del 25% con respecto a la valoración media de la última década. En los máximos del año 2015, esta ratio ascendió hasta las 16,5 veces, lo que supone un premium del 10% con respecto a la cifra actual.