La familia Botín tendrá que invertir unos 80 millones de euros en la macroampliación del Santander para poder mantener su participación, que supera ligeramente el 1%. La saga cántabra controla este porcentaje del capital a través de la sindicación de títulos y de la Fundación Botín. l Banco Santander vale 2.500 millones más en bolsa tras comprar Popular
En los últimos años, el peso de la familia ha caído sustancialmente como consecuencia de las sucesivas ampliaciones que ha llevado a cabo el banco, para abonar el dividendo y para recapitalizarse, ya que han percibido la mayor parte de la retribución en efectivo y no en especie y porque no han acudido a las operaciones que ha efectuado el banco, como la de enero de 2015, cuando captó 7.500 millones de euros. Antes del estallido de la crisis financiera, en 2007, los Botín contaban con un 2,5% del grupo. El valor de los títulos en sus manos ronda los 950 millones de euros, a precios actuales.
La participación de los Botín, que está sindicada, asciende a un 0,505%, que bajó como consecuencia de la salida de algunos miembros y la venta de acciones para hacer frente a los costes de la herencia dejada por el expresidente del Santander, Emilio Botín, que falleció en septiembre de 2014. En la sindicación están presentes tanto la presidenta del Santander, Ana Botín, como sus hermanos de manera directa y a través de distintas sociedades, como Latimer, Cronje o Nueva Azil.
La Fundación forma parte de la alianza accionarial de la familia, pero sólo con un porcentaje pequeño de los títulos en su poder. Esta institución, que lidera Javier Botín, ostenta en torno a un 0,6 por ciento de la entidad, por lo que tendrá que destinar unos 45 millones para no diluir su participación.
Posición del consejo
El consejo del grupo, entre los que se encuentra Javier y la presidenta Ana, no se han pronunciado hasta ahora sobre si acudirán o no a la operación en la que el banco pretende lograr 7.072 millones para absorber el Popular.
No se descarta que vendan parte de los derechos de compra para utilizar los recursos en la toma de acciones, con el objetivo de disminuir menos el peso en el grupo cántabro.
Ana Botín cuenta con un porcentaje del 0,126% del banco -18,43 millones de títulos-. Para mantener dicha participación tendría que invertir unos 8,9 millones de euros en acciones nuevas.
La ampliación se realizará con un descuento del 19% con respecto a la cotización del lunes, día que se anunciaron los detalles de la operación. Los socios que no acudan a la misma tendrán una dilución del 9,09%.
Al margen de la familia y los grandes fondos, el mexicano Carlos Fernández es el accionista con un mayor volumen de títulos. Ostenta 16,8 millones de acciones, lo que le otorgan a día de hoy un 0,1% del banco. Forma parte del órgano rector del grupo desde el año 2015, en calidad de independiente.
El Santander ha aumentado el volumen de acciones en circulación desde 2007 en más de un 150% con el fin de reforzar su solvencia y repartir dividendos. En ese año, el número de títulos en circulación se situaba en 6.254 millones. Ahora alcanza los 14.500 millones y, tras la ampliación que comienza en el día de hoy, sobrepasará los 16.000 millones.
Es la compañía española que más dinero ha captado en el mercado para capitalizarse. En concreto, una vez finalice la operación actual, habrá logrado casi 21.800 millones, una parte de los cuales le ha servido para adquirir algunos grupos, como el banco británico Alliance & Leicester o tomar el control de la entidad estadounidense Sovereign, entre otros.